Tras la feroz campaña emprendida por el grupo El Comercio-Lan Chile y sus satélites contra la candidatura presidencial de Ollanta Humala, que evidencia un manejo no periodístico y más bien entregado a la mafia fujimorista, el escritor Mario Vargas Llosa envió una contundente carta de protesta donde rompe con ese medio.

 

El Premio Nobel dejó así plasmado por escrito que ya no autoriza a El Comercio a publicar su columna “Piedra de Toque” debido a la calamidad moral extrema en la que ha caído.

Su misiva dice:

Sr. D. Francisco Miró Quesada Rada
Director
Diario El Comercio
Lima. Perú

Señor Director:

He pedido al diario El País que a partir de hoy cese de enviar mis colaboraciones a El Comercio. Desde que un puñado de accionistas, encabezados por la señora Martha Meier Miró Quesada, tomó el control de ese diario y del grupo de canales de televisión y periódicos de que es propietario, el periódico se ha convertido en una máquina propagandística de la candidatura de Keiko Fujimori que,  en su afán de impedir por todos los medios la victoria de Ollanta Humala, viola a diario las más elementales nociones de la objetividad y de la ética periodísticas: silencia y manipula la información, deforma los hechos, abre sus páginas a las mentiras y calumnias que puedan dañar al adversario, a la vez que en todo el grupo de medios se despide o intimida a los periodistas independientes, y se recurre a las insidias y golpes bajos de los peores pasquines que viven del amarillismo y el escándalo. No puedo permitir que mi columna “Piedra de Toque” siga apareciendo en esa caricatura de lo que debe ser un órgano de expresión genuinamente libre, pluralista y democrático.

 Al apartarme por segunda vez, y de manera definitiva, de El Comercio, no puedo dejar de recordar a ese demócrata cabal, hombre de bien y amigo queridísimo que fue Luis Miró Quesada Garland, y el estupor y la tristeza con que habría visto los niveles de abyección a que han llevado la señora Meier Miró Quesada y sus cómplices al periódico que alguna vez fue suyo y el que honró con su decencia y sus artículos.
 
Atentamente,
Mario Vargas Llosa