Juan Sheput analiza peligros en las inversiones chilenas
“A ellos [los chilenos] les conviene el caos, que Perú y Bolivia estén en caos, para que de esa manera los inversionistas extranjeros orienten su mirada hacia Chile.”
El ingeniero Juan Sheput, ex ministro de Trabajo, analiza las relaciones peruano-chilenas en entrevista concedida a Con Nuestro Perú:
―¿Considera usted satisfactoria para la seguridad nacional la política de hidrocarburos, y en particular el gas, que sigue el Estado peruano en los últimos años, especialmente en lo que atañe a Codelco?
―No, lo que se refiere al Estado peruano, el actual Gobierno en particular, creo que está haciendo un uso indebido de nuestras reservas de gas, no sólo por tener por destino a Chile, sino al no priorizar el cambio de matriz energética en el Perú. Desde cualquier punto de vista, es notorio que este gobierno tiene un cariz entreguista a intereses foráneos sin tomar en cuenta aspectos vinculados a la seguridad el país y a la mejora de su economía. Por lo tanto, considero completamente negativa la política gubernamental peruana en materia energética. Ahora, sí es necesario que se inicie una discusión nacional para que, en el caso específico de las sobreganancias mineras, se genere una suerte de impuesto, de tal forma que el destino de las mismas sea invertir en desarrollo.
―En seguridad nacional, uno de los puntos álgidos, en cuanto a lo que puede suceder, es que hay que tener en cuenta lo acaecido a la Argentina, cuando en el 2004 decidió suspender la venta de gas a Chile: entre el grupo de presión que fue de Santiago a Buenos Aires estuvo un militar. ¿Qué opinión tiene al respecto?
―Estoy convencido que el lobby chileno es muy poderoso. He visto con mucha vergüenza que un diario peruano entrevista a Esteban Silva, uno de los principales lobbistas en el Perú, una persona que tiene relaciones amicales con una gran cantidad de políticos peruanos, en especial apristas, y que lamentablemente estuvo vinculado al grupo de Toledo en la primera etapa del Gobierno. Por otro lado, estoy absolutamente convencido de que el interés económico chileno ejerce una fuerte presión sobre gran parte de la política peruana, eso también es vergonzoso, por la debilidad de algunos partidos.
En el aspecto de seguridad, considero que las Fuerzas Armadas chilenas en diversas oportunidades han manifestado su intención de defender los intereses chilenos en el exterior. Eso tiene que ver con las inversiones chilenas, hay una gran cantidad de inversiones chilenas por debilidad de la clase política, una clase política ―la peruana― que no tiene una decisión de país, que no tiene un concepto de nación, que no maneja aspectos de seguridad nacional, y a la cual no le interesa el futuro de nuestro Perú.
―¿Cree usted necesario que el congreso de la República, recogiendo dictámenes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas e instituciones de la sociedad civil, deba replantear la política del Estado para evitar que ese estratégico recurso energético ―como es el gas― beneficie a Chile?
―Por supuesto, no solamente en el Congreso, sino en todos los estamentos. Saludo el
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“La izquierda peruana, sobre todo la izquierda llamada caviar, es la principal consumidora de empanadas y vinos en la embajada de Chile.”
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comunicado del CIP que marca un hito histórico al precisar con absoluta claridad la importancia del recurso energético, que hoy se quiere vender a Chile, los felicito por esa decisión histórica y lamento mucho que en el Congreso de la R se estén dedicando a discusiones intrascendentes, como la pena de muerte, y no se dediquen a discutir los grandes temas nacionales, como el cambio de matriz energética, la posición de nuestros recursos no renovables y a quiénes van a ser dirigidos, con una prioridad verdaderamente sospechosa. Es imprescindible que se genere un debate nacional. La primera condición de una explotación de un recurso energético como el gas debe estar orientada a mejorar nuestras condiciones de desarrollo, nosotros estamos subvencionando el crecimiento económico chileno. Si se concreta esa venta de gas a Chile el Perú pasará a ser un humillado subvencionante del interés y desarrollo económico chileno. Eso es lamentable. El error histórico que está cometiendo Alan García es algo que quedará registrado como una de las páginas más vergonzosas de nuestra historia republicana.
No se puede priorizar el recurso gas con un destino a Chile, porque significaría subdesarrollo económico peruano y desarrollo económico chileno.
―Haciendo escarnio de nuestra soberanía, el argelino Chakib Khelil, de Sonatrach, el peruano Carlos Del Solar, de LGN, empresa concesionaria del gas de Camisea, y ahora Energy Suez, sostienen que nuestro gas se puede vender a cualquier país, incluyendo a Chile. ¿No es tiempo ya de que el Congreso se ocupe del caso y legisle para evitar que las empresas explotadoras de nuestros recursos estratégicos como el gas actúen de espaldas a nuestros intereses geopolíticos, poniendo en riesgo inclusive a nuestra seguridad nacional?
―Es un atrevimiento que representantes de empresas privadas con capitales chilenos se pongan a pontificar sobre políticas públicas indicando qué es lo que tenemos que hacer. Es más lamentable todavía que el Congreso no tome posición al respecto cuando se trata de un recurso energético no renovable. Cuando veo o analizo las declaraciones de esos personajes, los reportajes que se hacen en Chile, las precisiones que se hacen en el plan de gobierno de Bachelet, que indica con absoluta claridad que el gas peruano puede servir para mejorar la generación de energía en Chile, me pongo a pensar: ¿y dónde están los políticos peruanos? Lamentablemente los políticos peruanos no conocen el tema o no les interesa o han venido a ser presas del lobby chileno. De ninguna manera el interés económico debe estar por encima del interés de la nación. Desde ese punto de vista es necesario que el actual Congreso inicie un debate nacional sobre cómo debe ser la forma que se explote el recurso y hacia dónde debe estar dirigido su consumo principalmente. La posición del que habla es absolutamente clara. El desarrollo energético empieza por la explotación de nuestro gas, y debe estar dirigido fundamentalmente hacia el consumo interno. Antes de pensar en venderlo, tiene que financiar el desarrollo de mi país.
―Se critica al actual Gobierno por su política de tratar por "cuerda separada" los asuntos comerciales y limítrofes con Chile. Algunos políticos prochilenos dicen que, si se arreglan los asuntos fronterizos, se debe hacer toda clase de negocios con Chile, lo que incluye permitir que Lan siga utilizando cielos peruanos, vender gas a Chile, y sustraer las inversiones chilenas de la jurisdicción de nuestros tribunales. Hay alguna medida urgente que tiene que tomar el Congreso?
―Contra lo que se piensa, Chile está generando desempleo en el Perú, porque los servicios chilenos están ocupando el lugar de cientos de profesionales peruanos, sobre todo, en el ámbito de la ingeniería. Se da prioridad a consultoras chilenas antes que a consultoras peruanas, y ese es un esquema de trabajo que tienen algunas grandes empresas. Por otro lado, de Chile no recibimos ningún tipo de transferencia tecnológica, y en nuestro país se colocan solamente grandes almacenes que destruyen economías locales. Acá no vienen las grandes empresas, no vienen ITT, Microsoft, IBM, etc, a generar transferencia de tecnología, son sólo grandes almacenes que absorben todo nuestro consumo interno a través de tarjetas de crédito, y desde ese punto de vista, la debilidad de la clase política peruana no ha sido capaz de legislar para que estos almacenes puedan invertir, pero respetando las economías locales. Si el TLC no es discutido por el actual Congreso, nacerá con una debilidad de legitimidad y cualquier futuro Congreso podrá revisarlo con la autoridad moral de que jamás se discutió en el Congreso. Por lo tanto mal hacen los que piensan que no discutir en el Congreso el TLC con Chile es algo que se vaya a respetar en el futuro. Cuando haya un Congreso digno, con sentido de país, éste se tendrá que discutir de manera distinta. No habrá ninguna base de legitimidad en los convenios con Chile si primero no se discute el TLC en el Congreso.
―¿Qué piensa del discurso de la izquierda peruana? Antes luchaban contra las inversiones norteamericanas, tildándolas de imperialistas y explotadoras. No obstante, esas inversiones no competían con el empresariado nacional, puesto que nuestros millonarios no tenían un capital equiparable al de las transnacionales. Ahora las inversiones chilenas arrebatan las posibilidades de inversión no sólo a nuestros grandes empresarios, sino que quitan el negocio a la clase media; ciertas actividades están siendo azotadas por competencia inclusive desleal chilena, tiendas de artefactos, bodegas, ferreterías, farmacias, agencias de viaje, están quebrando a causa de las prácticas empresariales chilenas. ¿Qué opina del silencio de la izquierda ante esta situación?
―La izquierda peruana, sobre todo la izquierda llamada caviar, es la principal consumidora de empanadas y vinos en la embajada de Chile. Muchos de ellos han sido condecorados por los chilenos y muchos de ellos se sienten amigos de los chilenos. Sin embargo no han sido más que cómplices de este entreguismo peligroso de los intereses nacionales. Por lo tanto, la izquierda peruana está totalmente descalificada para defender al país, porque ha hecho la vista gorda priorizando el concepto amical por encima del interés nacional. Cuando hablaba ―al comienzo de la entrevista― de este señor Esteban Silva, que es un lobbista disfrazado de político, es un protegido de la izquierda peruana, se pasea cómodamente en los recovecos de la izquierda peruana diciendo que pertenece al Partido Socialista de Chile y lo único que hace es captar ingenuos para la causa chilena a través del silencio, que es un silencio vergonzoso, respecto de la invasión de capitales chilenos en nuestro país.
―¿No le suena algo sintomático el hecho de que en Sendero Luminoso y el MRTA sistemáticamente se haya descubierto personajes chilenos? ¿No cree usted que el Estado chileno haya enviado agentes para iniciar una acción destructora contra nuestro Estado y empresas y propiedades privadas?
―A Chile no le conviene que el Perú se desarrolle, y aun más, la prensa boliviana manifestó en diversas oportunidades que la inteligencia chilena estaba detrás de muchos de los brotes de violencia alrededor de las minas peruanas. Esto nunca fue investigado con plenitud. En caso de la inteligencia chilena, se sabe que es muy dinámica en Bolivia y en el Perú, porque definitivamente no le conviene que esos países se desarrollen en medio de un proceso de paz. A ellos les conviene el caos, que Perú y Bolivia estén en caos, para que de esa manera los inversionistas extranjeros orienten su mirada hacia Chile. Así que hay que ver con ojos avizores y de sospecha la presencia permanente de personajes chilenos en esos movimientos subversivos.
