Chile una vez más, dejando de lado los canales diplomáticos y a través de una soberbia actitud pública, le pide explicaciones al Perú, cuyo gobierno en una acción soberana e independiente reafirma su solidaridad a una causa sobre la cual el consenso es cuasi unánime en el ámbito continental; es decir, la situación mediterránea de Bolivia.
A esta actitud se suma el antelado desplante diplomático de supuestamente cancelar una lógica reunión privada entre nuestros presidentes a raíz de la visita a Paracas que realizó la Presidente de Chile, señora Bachelet, en un evento multilateral de la Alianza del Pacífico.
El Perú, manteniendo una conducta de buena vecindad, respondió de inmediato dando explicaciones tanto públicamente como por los correspondientes canales diplomáticos; ejemplar actitud ajustada al Derecho Internacional.
Sin embargo, debemos llamar la atención sobre la forma altisonante como las autoridades chilenas comentaron este episodio, por su parte generado, para hacer creer a la opinión pública internacional que los peruanos constantemente los estamos enfrentando; debemos rechazar con energía este reiterado comportamiento chileno.
Julio 7, 2015
El Consejo Directivo