Leyla Bartet presenta dos libros sobre inmigración árabe en el Perú
La investigadora Leyla Bartet radica en Europa, pero aprovechará su estadía hasta fines de mes en Lima para presentar dos libros: la reedición de Memorias de cedro y olivo. La inmigración árabe al Perú (1885-1995), y su nuevo trabajo, Las fronteras disueltas. Voces árabes en el Perú, siglos XIX y XX.
La investigadora Leyla Bartet radica en Europa, pero aprovechará su estadía hasta fines de mes en Lima para presentar dos libros: la reedición de Memorias de cedro y olivo. La inmigración árabe al Perú (1885-1995), y su nuevo trabajo, Las fronteras disueltas. Voces árabes en el Perú, siglos XIX y XX.
Cuando en 2005 salió la primera edición de Memorias de cedro y olivo, ésta se agotó en menos de dos meses.
"Nunca antes se había hecho una historia de la inmigración levantina-árabe en el Perú. Entonces había interés de especialistas, de la comunidad peruano-árabe, además que en el país se ha entendido la importancia de esta región del mundo en términos geoestratégicos”, explica Bartet.
Un éxito similar fue la salida, en febrero del año pasado, de La huella árabe en el Perú, un libro donde Bartet y Farid Kahhat fueron los compiladores.
El reto mayor para escribir Memorias... fue la ausencia de una bibliografía sobre la migración árabe en el Perú. Entonces recopiló todo lo publicado en la prensa peruana sobre la llegada de esta comunidad, hizo sus propias entrevistas y estudió la llegada de los árabes a otros países del continente durante el siglo XIX, pues los árabes no llegaron directamente al Perú en esa centuria.
La herramienta literaria
El Club Unión Árabe-Palestino le pidió Las fronteras disueltas, un conjunto de historias contada "a medio camino entre la antropología y la literatura". "Es una lectura transversal, un análisis contextualizado de lo que significaba para el inmigrante venir 'a hacer América', cuando se vivía la crisis del imperio otomano".
Bartet inicia el trabajo con un análisis contextualizado a fines del XIX, de lo que significaba emigrar en tiempos en que el mundo árabe estaba en crisis, para lo cual cita a autores latinoamericanos hijos de inmigrantes árabes, y reconstruye, a partir del testimonio de Antonio Rabí, la historia del primer palestino que llegó al Perú, Said Sajud Riye. Ahí usa la imaginación partiendo de hechos reales.
La segunda parte de Las fronteras... es un análisis de las diferentes etapas de la migración en el país; toma testimonios de las más conocidas familias árabes en el Perú, como los Shehade, los Abugattás y los Jarufe; e incluye la inmigración musulmana al Perú, que llegó después de la creación del estado de Israel.
"Una cosa es salir, como muchos peruanos, por necesidades económicas al extranjero y otra es la diáspora palestina, que fue una salida sin esperanza de retorno", define la autora.
Narrativa en pendiente
El último medio año, Bartet estuvo alejada del trabajo creativo por la enfermedad y muerte de su esposo. Ahora quiere terminar de escribir su primera novela. Además, una editorial peruana prepara una antología de sus cuentos, la que se espera salga en la brevedad. En este terreno, el último trabajo que presentó fue el conjunto de cuentos, A puerto cerrada, que publicó hace cuatro años.
"El cuento, por su dimensión, permite ser trabajado y perfeccionado entre dos trabajos. Es más difícil con una novela, porque es una producción de largo aliento que requiere un mínimo de continuidad", comenta.
También quiere escribir un libro sobre la vida cotidiana en los territorios ocupados de Gaza. Ese será su siguiente reto. Andina.
"Nunca antes se había hecho una historia de la inmigración levantina-árabe en el Perú. Entonces había interés de especialistas, de la comunidad peruano-árabe, además que en el país se ha entendido la importancia de esta región del mundo en términos geoestratégicos”, explica Bartet.
Un éxito similar fue la salida, en febrero del año pasado, de La huella árabe en el Perú, un libro donde Bartet y Farid Kahhat fueron los compiladores.
El reto mayor para escribir Memorias... fue la ausencia de una bibliografía sobre la migración árabe en el Perú. Entonces recopiló todo lo publicado en la prensa peruana sobre la llegada de esta comunidad, hizo sus propias entrevistas y estudió la llegada de los árabes a otros países del continente durante el siglo XIX, pues los árabes no llegaron directamente al Perú en esa centuria.
La herramienta literaria
El Club Unión Árabe-Palestino le pidió Las fronteras disueltas, un conjunto de historias contada "a medio camino entre la antropología y la literatura". "Es una lectura transversal, un análisis contextualizado de lo que significaba para el inmigrante venir 'a hacer América', cuando se vivía la crisis del imperio otomano".
Bartet inicia el trabajo con un análisis contextualizado a fines del XIX, de lo que significaba emigrar en tiempos en que el mundo árabe estaba en crisis, para lo cual cita a autores latinoamericanos hijos de inmigrantes árabes, y reconstruye, a partir del testimonio de Antonio Rabí, la historia del primer palestino que llegó al Perú, Said Sajud Riye. Ahí usa la imaginación partiendo de hechos reales.
La segunda parte de Las fronteras... es un análisis de las diferentes etapas de la migración en el país; toma testimonios de las más conocidas familias árabes en el Perú, como los Shehade, los Abugattás y los Jarufe; e incluye la inmigración musulmana al Perú, que llegó después de la creación del estado de Israel.
"Una cosa es salir, como muchos peruanos, por necesidades económicas al extranjero y otra es la diáspora palestina, que fue una salida sin esperanza de retorno", define la autora.
Narrativa en pendiente
El último medio año, Bartet estuvo alejada del trabajo creativo por la enfermedad y muerte de su esposo. Ahora quiere terminar de escribir su primera novela. Además, una editorial peruana prepara una antología de sus cuentos, la que se espera salga en la brevedad. En este terreno, el último trabajo que presentó fue el conjunto de cuentos, A puerto cerrada, que publicó hace cuatro años.
"El cuento, por su dimensión, permite ser trabajado y perfeccionado entre dos trabajos. Es más difícil con una novela, porque es una producción de largo aliento que requiere un mínimo de continuidad", comenta.
También quiere escribir un libro sobre la vida cotidiana en los territorios ocupados de Gaza. Ese será su siguiente reto. Andina.