Recordando este aniversario al ser que nos dio la vida, debernos volver la cabeza hacia la historia, para recordar a las miles de madres peruanas que durante la ocupación de nuestras provincias cautivas, cultivaron la existencia de la patria invisible, que resume nuestro ancestro nacional de más de 5 mil años, logrando mantener la peruanidad por encima de circunstancias adversas y dolorosas.
Donde todos debemos guardar recuerdo reverente, es hacia aquellas TRES MIL QUINIENTAS madres, que quedaron viudas, por obra de la artillería chilena en Santa María de Iquique el 22 de diciembre de 1907, en una de los genocidios más aberrantes que recuerde historia alguna.
Este homenaje obligatoria mente debe reconocer a esas miles de viudas, tanto a las de Santa María de Iquique, como todas las viudas de los asesinados por cometer el único delito para los chilenos, el ser peruanos que amaban su tierra. Esas familias, que en un santiamén las dejaron sin sustento, al estar sin recursos para mantener a sus hijos, tuvieron que verse obligadas a emigrar hacia Sama, Candarave, Moquegua y Lima, la gran mayoría en marchas dolorosas con sus hijos por el desierto del Tamarugal y otras abordando barcos para llegar a costas peruanas.
Como Asociación patriótica por la recuperación de Arica y Tarapacá, saludamos a los descendientes de esas madres mártires, que aún no fueron reconocidas como tales, para que formemos la REGIÒN TARAPACA Y ARICA en el exilio y mantengamos la peruanidad, sería un justo homenaje lleno de patria sin los eufemismos mercantilistas en que convirtieron este día en todo el mundo.
Consejo directivo de ASPRATA
Eloy Villacrez, Ciro Silva, Alfonso Valderrama, Cesar Tenorio, Román Oroya, Enrique Martinez, Miguel Aranda, Felipe Jimenez
ASPRATA, Asociación patriótica por la Recuperación de Arica y Tarapacá