En lugar de manifestarse pacíficamente, enardecidos pobladores de Antapaccay quemaron pastizales como parte de su acto de protesta, sin importarles el daño ecológico y la afectación a los animales que viven en dichas zonas.
Además, la compañía minera Antapaccay confirmó actos vandálicos en su campamento minero, ubicado en la provincia Espinar, región Cusco, incluyendo el incendio de la casa de bombeo ubicado en la zona Camaccmayo y daños a la infraestructura de su presa de relaves.
Este incendio, refiere la empresa, tiene como consecuencia inmediata el corte de suministro de agua de la población de Tintaya-Marquiri por tiempo indefinido y que el sistema automático que monitoriza la estabilidad de la presa de relaves de Camaccmayo “supone una seria amenaza de índole ambiental”.
La empresa advierte que la quema de pastizales priva de alimento al ganado de la zona, afectando los medios de la vida de las familias dedicadas a la actividad.
En una versión nada creíble, los pobladores culpan del fuego en los pastizales a las bombas lacrimógenas lanzadas por la policía.
Los manifestantes solicitan un bono económico de S/1.000 por cada elector de la provincia. Sostienen que ese fondo saldría del Convenio Marco, que acumula más de S/80 millones, y al que cada año ingresa el 3% de las ganancias de la empresa.
Para el alcalde de Espinar, Lolo Arenas, ese porcentaje de 3% es “irrisorio” y que el pueblo de Espinar quiere utilizar la mitad de los fondos acumulados para repartirlo pero la minera “nos pone trabas”.
Los fondos del Convenio Marco fueron creados para financiar proyectos de desarrollo en la zona y no para ser repartidos entre los pobladores registrados en el padrón electoral.
En el octavo día de paro convocado por las organizaciones sociales de la provincia, siguen las protestas que han dejado hasta el momento una comunera herida y dos vehículos de la minera Las Bambas incendiados.
La Presidencia del Consejo de Ministros suspende diálogo
El miércoles 22 de julio, durante la reunión convocada por el Comité de Gestión del Convenio Marco de la provincia Espinar, en la región Cusco, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) decidió no continuar participando en este espacio de diálogo debido a los condenables actos de violencia registrados en ese momento en la zona, que pusieron en riesgo la integridad física y la salud de la población, así como la propiedad pública y privada.
Frente al pedido de diferentes dirigentes y autoridades locales, el Gobierno nacional ratifica su firme disposición de reiniciar y liderar el espacio de diálogo que responda a las necesidades locales, en tanto se deponga toda medida de fuerza que permita brindar las condiciones para retomar el diálogo.