En el día de la Madre, destacamos a dos líderes de familia que mejoran su calidad de vida con el cultivo de hortalizas en Junín y San Martín. Programa PAIS del Midis apoya con capacitaciones y formalización de emprendimientos rurales y nativas.
El amor de madre trasciende a cualquier dificultad geográfica, económica o social. Las ganas de sacar adelante a sus familias y brindarles con amor lo mejor para ellos, es su principal motivación. A vísperas de una celebración más de esta fecha especial, destacamos las historias de Irene y Dina, mujeres luchadoras, mamás y líderes en sus comunidades en Junín y San Martín, respectivamente.
Ambas también son usuarias de los Tambos del Programa Nacional PAIS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). A través de estas plataformas, han podido fortalecer sus capacidades agrícolas - productivas en favor de sus familias y promover también que otras mamás accedan a servicios que contribuyan a mejorar su calidad de vida en zonas alejadas en la sierra y la selva.
Una luchadora de la vida en las alturas
Irene Inga Quinto (43) ha logrado sobreponerse a cada reto en la vida. Hace algunos años perdió a su esposo, desde entonces trabaja por y para su hijo que cursa el primer grado de secundaria en la comunidad San José de Apata, en la provincia de Jauja, región Junín.
Dedicada desde siempre a la agricultura familiar, encontró en el Tambo de esta localidad, la oportunidad de potenciar sus conocimientos productivos mediante constantes capacitaciones y también empezar a ver su trabajo casero como una oportunidad de generar ingresos económicos con la venta de sus cultivos.
En esta pandemia, también se contagió de la COVID-19; sin embargo, su fortaleza y pensar en su hijo ayudaron a que venza al virus y retomar la venta de papas nativas, hortalizas y alimentos silvestres que cultiva en el fitotoldo que implementó con apoyo de la gestora del Tambo San José de Apata.
“Junto con otras mamás participamos en ferias del distrito de Apata para vender nuestros productos. Con la pandemia las ganancias han disminuido un poco, pero esperamos que mejore. Nosotras somos mamás que nos dedicamos a la agricultura y también cuidamos de nuestros hijos.”, indicó Irene.
A más de 3700 m.s.n.m, ha asumido un rol de liderazgo en su comunidad, promoviendo la participación de 15 madres en las Escuelas de Campo donde se promueve el empoderamiento femenino y conocen más sobre gestión ambiental, temas de nutrición y equidad de género.
Líder de una familia productora y unida
A casi mil kilómetros, en el distrito de Huicungo, en la región San Martín, Dina Castañeda (45) también ha encontrado en la siembra de hortalizas, una fuente de ingreso para brindarle, junto a su esposo, una mejor calidad de vida a la menor de sus hijas que está por terminar la primaria.
En el Tambo Dos de Mayo le han brindado las facilidades para poder implementar un biohuerto que ha sabido aprovechar para el cultivo de cebolla china, repollo, tomate, pepino, culantro, entre otros productos. Todo esto acompañado de capacitaciones, lo que le ha permitido generar ingresos de hasta 500 soles.
“Acudo al Tambo de manera seguida para ver mis cultivos. Mi casa está a media hora de distancia, pero el apoyo que recibo con las capacitaciones me han permitido poco a poco mejorar y ver en mis cosechas, una fuente de ingreso. Cuento con el apoyo de mi esposo y mi hija”, cuenta Dina.
Otra de las facetas de ella es elaborar productos en base a chocolate. El chocoplátano o el chocolate en pasta son algunas de las presentaciones que ella ya vende en su comunidad de Dos de mayo. Ante este potencial, a través del Tambo del programa PAIS se ha iniciado el trámite para la inscripción de su marca y pueda formalizar este emprendimiento familiar que empieza a ser replicado por las mamás de la zona.
Al igual que Irene y Dina, a nivel nacional son cerca de 6400 madres que acceden a servicios productivos, sociales, educativos, entre otros, a través de los 477 Tambos del programa PAIS ubicados en zonas de difícil acceso en la sierra y la selva.
En estas plataformas de servicios, se coordina junto a entidades como Senasa, Agrorural, ONGs y los municipios distritales y provinciales, entre otros, el acceso a servicios prioritarios para familias rurales que buscan mejorar su calidad de vida.