¡Ciudadano Alonso!
¡Ciudadano Alonso!
por Herbert Mujica Rojas
Acaba de ingresar, al repique de sus 18 atléticos octubres, Alonso, así se llama mi hijo, a la calidad de ciudadano del Estado peruano. Hasta ayer era un niño, hoy es un hombre. En el 2006 escolar, hoy universitario aspirando a culminar en un lustro, la carrera de ingeniero industrial. Talento no le falta. Sagacidad tampoco. Es posible que su aguda inteligencia sea patrimonio filial de profunda forja amorosa en las buenas. Y también en las malas. Para nosotros, padres, no es sino un hito de vibrante emoción, bienvenida fraterna, esperanza de horizonte, continuación del porvenir.
por Herbert Mujica Rojas
Acaba de ingresar, al repique de sus 18 atléticos octubres, Alonso, así se llama mi hijo, a la calidad de ciudadano del Estado peruano. Hasta ayer era un niño, hoy es un hombre. En el 2006 escolar, hoy universitario aspirando a culminar en un lustro, la carrera de ingeniero industrial. Talento no le falta. Sagacidad tampoco. Es posible que su aguda inteligencia sea patrimonio filial de profunda forja amorosa en las buenas. Y también en las malas. Para nosotros, padres, no es sino un hito de vibrante emoción, bienvenida fraterna, esperanza de horizonte, continuación del porvenir.