Los abajo firmantes, redes latinoamericanas involucradas en la integración regional, manifestamos a la opinión pública lo siguiente:

Considerando:

Que hemos recibido con sorpresa y preocupación la Decisión 792 del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores de 19 de setiembre de 2013 que abre un proceso para cerrar el Parlamento Andino.

Que nos resulta altamente preocupante que el cierre del Parlamento Andino y el tenor del texto de la Decisión 792 muestren un claro retroceso a concepciones de la integración regional limitadamente economicistas, prescindiendo de una concepción necesariamente integral, especialmente de sus dimensiones sociales y políticas, sin las cuales no resulta sustentable.

Que nos parece contradictorio que se argumente en esta Decisión la duplicidad de funciones que el Parlamento Andino tendría con el Parlamento Suramericano de UNASUR, cuando aún no se constituye el parlamento suramericano. Más aún, cuando muchas voces y argumentos a favor del cierre del Parlamento Andino utilizan argumentos inaceptables como el gasto, que en el caso de Perú por ejemplo alcanza apenas al 1% del presupuesto del Congreso, para anticipar su rechazo también a que se constituya el Parlamento suramericano.

Declaramos:

Nuestro rechazo a los intentos de desarticular la integración andina, que se ven expresados en el cierre del Parlamento Andino bajo la excusa de un traspaso a un Parlamento suramericano aún inexistente, sin protocolo de funcionamiento ni sede.

Señalamos públicamente la valiosa actividad de participación ciudadana y alianza con la sociedad civil desarrollada en múltiples ámbitos por el Parlamento Andino.

Llamamos a toda la ciudadanía andina a debatir, comprender y fortalecer el proceso de integración regional como necesidad y condición para lograr en el mundo globalizado de hoy las fortalezas y capacidades que permitan la soberanía, el desarrollo y la felicidad de nuestros pueblos.

Redoblamos nuestro compromiso y esfuerzos por contribuir al fortalecimiento del imprescindible proceso de integración regional, de carácter integral, con especial énfasis en superar todo reduccionismo economicista, incorporando las irrenunciables dimensiones sociales y políticas de participación y control de la ciudadanía.