Lima, 9 de junio del 2017.- La Cámara de Comercio de Lima (CCL) expresa su preocupación por la actual situación que viene sucediendo entre el Poder Ejecutivo y Legislativo, que en los últimos meses se han enfrascado en un camino que parece no tener salida. La actual situación económica demanda una acción inmediata de solución a los inconvenientes que pudieran tener ambos Poderes a fin de implementar las normas que el país requiere con el objetivo de brindar un marco que promueva una rápida generación de empleo, reducción de la pobreza e incremento de las inversiones.
En ese sentido, hacemos un llamado a la reflexión al Poder Legislativo para que, sin perder la esencia de su trabajo -que es legislar-, y sin renunciar al rol fiscalizador que debe cumplir en un régimen democrático, priorice la revisión y aprobación de las normas que el país requiere y demanda con urgencia, a fin de no caer en lo que pareciera ser una campaña sistemática de interpelación ministerial.
Es importante señalar -mencionó el presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Mario Mongilardi Fuchs - que el país no puede parar, por lo que el Congreso no debería continuar en esa línea de trabajo –que si bien reiteró es un acto democrático- lo único que hace es entorpecer las acciones del Ejecutivo que en este momento debe estar 100% abocado a las urgentes reformas que deben darse en el país para que la locomotora del aparato productivo pueda agilizar el proceso de crecimiento que el país requiere con urgencia.
Debemos apoyar los objetivos del Plan de Gobierno del Ejecutivo, entre ellos generar 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo en los próximos cinco años, nuestro país no puede seguir teniendo el 74% de informalidad, esta situación no es sostenible en el tiempo, si uno de los objetivos del gobierno es integrarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne a los países desarrollados del globo.
El gobierno tiene una gran responsabilidad con la actual masa laboral que es incrementar 30% el ingreso promedio por trabajador en los cinco años de régimen, para lo cual tiene que dar normas claras con el objetivo de que el sector empresarial genere mayores fuentes de trabajo, sin perder de vista la labor que tienen que realizar las otras instituciones del Estado para promover la inversión pública y privada.
Es momento de sumar para que los índices negativos que se han registrado en los últimos años puedan revertirse, no hay que olvidar –remarcó Mongilardi Fuchs- que la inversión total entre el periodo 2005-2008 y el 2010 creció a dos dígitos, en tanto que entre los años 2014 al 2016 registró tasas negativas, acumulando alrededor de -13%.
El empresario precisó que es importante que el Congreso de la República revise estas cifras de análisis para que pueda revertir la ola de interpelaciones a los ministros de Estado, quienes deberían estar concentrados cada uno en su sector para sacar adelante el país, "estamos seguros de que los congresistas estarán a la altura de las circunstancias que el momento de coyuntura los requiere", acotó.
El PBI en nuestro país –antes del 2014- crecía por encima de 6% como promedio anual, pero a partir de ese año hasta el 2016, solo crece la mitad (3% promedio anual). Para graficar lo débil que se encuentra nuestra economía podemos mencionar –acotó el empresario- en el primer trimestre de este año, el PBI creció solo 2,1% y la inversión total cayó 7,1%.
Como gremio responsable, reiteró Mongilardi Fuchs, hacemos un llamado a las fuerzas políticas de nuestro país a trabajar de manera coordinada: Poder Ejecutivo, Legislativo, sector empresarial y sociedad civil por un Perú unido, con crecimiento sostenido para una justa redistribución de la riqueza.