Juan Carlos Valderrama
Ya he hablado y escrito sobremanera en relación a los niños y el COVID-19 o la pandemia como se le conoce y por ende tengo una posición, pero trataré de detallar, diversos tipos de opiniones de autoridades, políticos y administrativos, juntas de regentes, gobernadores, contralores, alcaldes, cancilleres, departamentos de educación, maestros y usted como padre de familia tomara una decisión por que al fin de cuenta son sus hijos ,pero tengo el imperativo moral de seguir escribiendo.
Un plan de regreso a clases debe tener una estrategia, una guía, una hoja de ruta que brinde seguridad y confianza a un padre de familia.
No debe actuarse en base a las voluntades políticas sino a hechos científicos demostrados.
Se debe evaluar la tasa de infección y contagio local que deben ser de las más bajas, así como la fase de reapertura por la que se encuentre la localidad.
La toma de pruebas y de temperatura a los niños así como el rastreo a sus familias y a todo tipo de personal que labore en una institución educativa es una tarea regular e impostergable y no implica que esto libre a nadie de un contagio.
Debido a presupuestos fiscales reducidos las escuelas no cuentan con el personal necesario de enfermería y asistentes sanitarios por lo que se podría apelar a los estudiantes de diversas instituciones de salud como parte de sus horas de prácticas comunitarias.
Un modelo de asistencia a clases puede ser desde un día a la semana, tres días con horarios reducidos, clases pequeñas o en línea o aprendizaje remoto como se le ha dado en llamar ,no hay un modelo a seguir, no hay por lo tanto escuelas fuertes que lo sostengan así que lo mejor es la prevención primaria.
Los estándares de seguridad implican un uso universal de mascaras o cubiertas faciales, la desinfección con agua y jabón, distanciamiento físico, por lo que los recreos tendrán que ser vigilados así como la permanencia dentro de las aulas.
Los estudiantes de las minorías étnicas afroamericanas e hispanas o latinas ante la realidad de que sus familiares no los puedan apoyar tecnológicamente ni académicamente en muchos casos enfrentan su más duro desafío y algunos carecen de computadoras, pero a la vez es un reto y para eso estamos hechos.
El aspecto socio emocional y psicológico sobre un aprendizaje frente a un ordenador o computadora es manejable y para ello los tecnólogos educacionales han desarrollado en extenso su tarea así como los psicólogos educativos sobre el aprendizaje y los procesos de adaptación de asimilación y acomodación no deben de preocuparnos.
De más esta decir que los maestros siempre brindan lo mejor de si y el nivel de instrucción será siempre de excelencia académica aunque muchos no cuenten con los recursos necesarios ellos siempre apelarán a su ingenio y creatividad.
Un tema aparte es la educación especial que tiene múltiples especialistas y especialidades y no esta exenta de este análisis quizá con una breve ventaja pues ella cuenta con centros de recursos tecnológicos así como con padres que siempre están atentos a sus hijos, sus adelantos y logros, quienes no pueden darse el lujo de desatenderlos.
He vuelto a escribir ,se que quedan muchos otros detalles como el transporte, la alimentación estudiantil, la educación bilingüe, el ausentismo escolar y una que otra recomendación, se que se puede escribir mucho mas de lo que se ha hecho y con mas detalle, pero será para una próxima, si la pandemia nos deja.
A mi manera.