Descentralización de COFOPRI, grave atentado contra la regionalización
Juan Sheput
Una vez más queda demostrado que el debate en el Consejo de Ministros es nulo y que simplemente funcionan como una mesa notarial que le da forma legal a cuanto capricho presidencial se presente, independientemente de su irracionalidad.
Juan Sheput
Una vez más queda demostrado que el debate en el Consejo de Ministros es nulo y que simplemente funcionan como una mesa notarial que le da forma legal a cuanto capricho presidencial se presente, independientemente de su irracionalidad.
Uno de los últimos caprichos, convertido en decreto supremo, es el de "descentralizar" el COFOPRI a los gobiernos regionales. El COFOPRI, que funcionaba con problemas pero en las sumas y restas promediaba eficiencia, devino en entidad corrupta bajo la administración aprista, en la persona del secretario general del PAP Omar Quesada.
Ante las denuncias periodísticas y graves evidencias de corrupción sistematizada, el doctor Alan García, no tuvo mejor idea que "descentralizar", lo cual constituye no sólo descentralizar la corrupción sino afectar directamente el proceso de regionalización.
Los gobiernos regionales han demostrado falta de capacidad y recursos para emprender un adecuado proceso tan complejo como la regionalización. Como muy bien dice Javier Torres de SER" Basta ver el pobre avance de la demarcación territorial de provincias y distritos cuya resolución compete a los gobiernos regionales, para saber que transferirles COFOPRI no resolverá ningún problema. Es más, resulta muy probable que esta medida traiga consigo una multiplicación de las dificultades e irregularidades que ya existen en este momento".
El problema no es la organización sino las personas que el doctor Alan García lleva en su administración. Si el Grupo 5 toca la 5ta. Sinfonía de Beethoven ¿la culpa es de Beethoven?. COFOPRI y su organización no son culpables de haber sido conducida por Omar Quesada bajo los lieamientos políticos del presidente García.
La decisión irracional del gobierno aprista es un golpe para el proceso de regionalización. Como era de esperarse, pues la demagogia siempre suena bien, de inmediato Pedro Morales y Hugo Ordoñez han salido a aplaudir la decisión. Le han dado el visto bueno que necesitaba el gobierno para emprender un acto que hará mucho daño al proceso de creación de regiones y de lucha contra la corrupción. Los grupos empresariales ávidos de más tierras estarán felices de esta decisión presidencial.
Nunca se hizo tanto daño a la regionalización como con este gobierno.
Ante las denuncias periodísticas y graves evidencias de corrupción sistematizada, el doctor Alan García, no tuvo mejor idea que "descentralizar", lo cual constituye no sólo descentralizar la corrupción sino afectar directamente el proceso de regionalización.
Los gobiernos regionales han demostrado falta de capacidad y recursos para emprender un adecuado proceso tan complejo como la regionalización. Como muy bien dice Javier Torres de SER" Basta ver el pobre avance de la demarcación territorial de provincias y distritos cuya resolución compete a los gobiernos regionales, para saber que transferirles COFOPRI no resolverá ningún problema. Es más, resulta muy probable que esta medida traiga consigo una multiplicación de las dificultades e irregularidades que ya existen en este momento".
El problema no es la organización sino las personas que el doctor Alan García lleva en su administración. Si el Grupo 5 toca la 5ta. Sinfonía de Beethoven ¿la culpa es de Beethoven?. COFOPRI y su organización no son culpables de haber sido conducida por Omar Quesada bajo los lieamientos políticos del presidente García.
La decisión irracional del gobierno aprista es un golpe para el proceso de regionalización. Como era de esperarse, pues la demagogia siempre suena bien, de inmediato Pedro Morales y Hugo Ordoñez han salido a aplaudir la decisión. Le han dado el visto bueno que necesitaba el gobierno para emprender un acto que hará mucho daño al proceso de creación de regiones y de lucha contra la corrupción. Los grupos empresariales ávidos de más tierras estarán felices de esta decisión presidencial.
Nunca se hizo tanto daño a la regionalización como con este gobierno.