La Berenson, Yehude Simon, Alan García y el doble estándar de la prensa



Después de una semana de agitado y abundante movimiento mediático y político en torno a la liberación de la terrorista Lori Berenson causa desazón la hipocresía de algunos actores.


Alan García

Como si tuviese autoridad moral en este asunto, García declaró que “fue un desacierto” del gobierno de Alejandro Toledo el Decreto 927, que permitía la reducción de penas a terroristas con trabajo y educación. “Los subversivos, así como otros crímenes gravísimos, deben ser sancionados de la manera más dura y severa”, pontificó García.

No obstante, para burla de todas las víctimas del terrorismo, García colocó a la cabeza de su gabinete a Yehude Simon, quien estuvo preso por haber integrado la cúpula de la banda terrorista del MRTA y fue acusado del asesinato de Andrés Sosa Chanamé (ver Raffo pide desclasificar expediente de Simon sobre terrorismo y La escuela de Sendero Luminoso en la cárcel y el gobierno aprista).

Por la incapacidad del primer gobierno aprista, cientos de reos senderistas formaron islas controladas dentro de las cárceles, las cuales dieron lugar a los motines y su respectiva sangrienta represalia en 1986, en Lurigancho, El Frontón y Santa Bárbara.

Además, la fuga del cabecilla terrorista del MRTA Víctor Polay, quien se encontraba preso y escapó por un túnel a poco de concluir el espantoso quinquenio del primer gobierno de Alan García, levantó las sospechas de muchos, para quienes el gobierno e García propició la fuga.

Personajes apristas como Armando Villanueva del Campo revelan una descarada defensa de terroristas como Víctor Polay.

¿Con qué autoridad moral entonces García pretende cuestionar la presente coyuntura en torno a la liberación de la Berenson?, cuando su nombramiento de Simon no sólo fue un insulto a los peruanos, sino una pésima señal al terrorismo.

Yehude Simon



Como hemos visto arriba, Simon estuvo preso purgando condena por graves delitos en la banda terrorista del MRTA. No obstante, con todo desparpajo dijo: “Yo creo que sería la grandeza de las personas tener que reconocer errores y saber cómo pedir perdón”.

No se trata de errores los que cometieron los terroristas del MRTA, fueron crímenes. Y Simon siempre se resistió a reconocer los delitos que lo llevaron a la cárcel y nunca pidió perdón, ni siquiera cuando fue encumbrado por García a la presidencia del Consejo de Ministros.

La prensa y los políticos

La mayor parte de los medios se excedió en el espacio que corresponde a la noticia de la excarcelación de Berenson. Que si salió con el marido, con el hijo, con los padres, que no le abrían la puerta, que no mira por la ventana, que no sale, que la visitaron, que la querían cachetear y demás estupideces.

Claro está, los medios comprados con la publicidad del gobierno aprovecharon la oportunidad para crear una cortina de humo que cubra los escándalos con los faenones del gas, de Collique y otros.

Los medios y los políticos se centraron en este caso, pero resulta injusto que habiendo casos de delincuentes libres mucho más peligrosos, como asesinos o violadores, se queden en silencio. Unos salieron libres acogiéndose a los beneficios penitenciarios y otros mediante presuntas coimas a jueces, según diversas denuncias.

Resulta desproporcionado ocupar tanto espacio para este caso y a la vez dejar de lado la seguridad de tantos niños y ciudadanos que pueden ser víctimas de los delincuentes liberados, contra los cuales nunca lanzan las necesarias campañas contra la reducción de sus condenas ni contra otras medidas disuasivas, como la publicación en internet de su identidad y paradero, como sucede en otros países.

Por último, extraña el silencio de la prensa y las vecindades en torno a la presencia de Yehude Simon en el barrio donde vive y por el cargo que le dio Alan García. ¿Por qué no lo critican?