A Maritza Garrido Lecca No y a la Berenson Sí!
Por Juan Sheput
Lo que demuestra la noticia que trae el diario El Comercio respecto a que la requisa que hubo en la celda de Maritza Garrido Lecca fue una farsa, es que la liberación de Lori Berenson pudo evitarse y que si se realizó fue producto de una decisión política del presidente Alan García.
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Por Juan Sheput
Lo que demuestra la noticia que trae el diario El Comercio respecto a que la requisa que hubo en la celda de Maritza Garrido Lecca fue una farsa, es que la liberación de Lori Berenson pudo evitarse y que si se realizó fue producto de una decisión política del presidente Alan García.
¿Por qué?
Por que en primer lugar, al igual que en el caso de Maritza Garrido Lecca, a través del INPE y del Ministerio de Justicia, el presidente García y su gabinete han tenido conocimiento del pedido de reconsideración (evaluación de beneficios) de Lori Berenson. Han podido denegarlos si así hubiesen querido, más aún cuando faltaban todavía 6 meses para que la emerretista pudiera acogerse a lo solicitado en su petitorio de reconsideración. Si la Berenson salió en libertad, pues fue porque el gobierno así lo quiso, para congraciarse penosamente con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Es falso que nada podía hacer por evitarse, que estaban atados de manos por la legislación heredada, que era un trámite que no podían evadir, si no lo creen aún pues allí está la solicitud denegada a Maritza Garrido Lecca.
Cuando Maritza Garrido Lecca presenta su solicitud de reconsideración esta es denegada, porque entre otros asuntos, aún tenía juicios pendientes. Cuando Lori Berenson presenta su solicitud, esta es aceptada por el gobierno del presidente García, a pesar que aún tenía meses por delante para cumplir con el tiempo mínimo que exige la ley para que pueda acogerse a los beneficios penitenciarios. Es decir había motivos para decirle a la emerretista No!
La requisa en el penal de mujeres de Chorrillos fue una farsa. Como fue una farsa lo de los pishtacos, las requisas en otros penales y el seguimiento a Crousillat. Lo que no es una farsa es el deterioro de la seguridad ciudadana, la ausencia de oposición, la mentira como política de Estado y la coalición aprofujisolidaria que en torno del blindaje a la corrupción dirige los destinos del país.
¿Dirán algo los fujimoristas? Claro que no. Hay muchas cosas que los une con el gobierno del presidente Alan García.
Por que en primer lugar, al igual que en el caso de Maritza Garrido Lecca, a través del INPE y del Ministerio de Justicia, el presidente García y su gabinete han tenido conocimiento del pedido de reconsideración (evaluación de beneficios) de Lori Berenson. Han podido denegarlos si así hubiesen querido, más aún cuando faltaban todavía 6 meses para que la emerretista pudiera acogerse a lo solicitado en su petitorio de reconsideración. Si la Berenson salió en libertad, pues fue porque el gobierno así lo quiso, para congraciarse penosamente con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Es falso que nada podía hacer por evitarse, que estaban atados de manos por la legislación heredada, que era un trámite que no podían evadir, si no lo creen aún pues allí está la solicitud denegada a Maritza Garrido Lecca.
Cuando Maritza Garrido Lecca presenta su solicitud de reconsideración esta es denegada, porque entre otros asuntos, aún tenía juicios pendientes. Cuando Lori Berenson presenta su solicitud, esta es aceptada por el gobierno del presidente García, a pesar que aún tenía meses por delante para cumplir con el tiempo mínimo que exige la ley para que pueda acogerse a los beneficios penitenciarios. Es decir había motivos para decirle a la emerretista No!
La requisa en el penal de mujeres de Chorrillos fue una farsa. Como fue una farsa lo de los pishtacos, las requisas en otros penales y el seguimiento a Crousillat. Lo que no es una farsa es el deterioro de la seguridad ciudadana, la ausencia de oposición, la mentira como política de Estado y la coalición aprofujisolidaria que en torno del blindaje a la corrupción dirige los destinos del país.
¿Dirán algo los fujimoristas? Claro que no. Hay muchas cosas que los une con el gobierno del presidente Alan García.
