Perú: solo un deseo pendiente
Por Marco Antonio Flores Villanueva, Desde Boston, USA
Peruano(a): Mañana, cuando al medio día de un nuevo 28 de julio veas a la patria mitificada por la magia de la robusta estadística o por la frialdad de los guarismos, encumbrándosela al filo de una pobreza supuestamente ausente, pero que se halla escondida detrás de lo brillosos edificios de los grandes bancos y las financieras que, soberbios y vanidosos, se yerguen sobre la capital, aprisionando entre sus yerros pilares a miles (tal vez millones) de compatriotas que laboran al margen de los más elementales beneficios sociales; pregúntate, inquiere a tu conciencia: ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana, cuando al medio día de un nuevo 28 de julio veas a la patria mitificada por la magia de la robusta estadística o por la frialdad de los guarismos, encumbrándosela al filo de una pobreza supuestamente ausente, pero que se halla escondida detrás de lo brillosos edificios de los grandes bancos y las financieras que, soberbios y vanidosos, se yerguen sobre la capital, aprisionando entre sus yerros pilares a miles (tal vez millones) de compatriotas que laboran al margen de los más elementales beneficios sociales; pregúntate, inquiere a tu conciencia: ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando desde el epicentro de la política peruana, tejedor infame de nuestro destino, veas los escaños ocupados por los sólidos aliados a la sinecura, aplaudiendo —justificando el sobretiempo— el ilusionismo fabulador de un orgulloso (y acaudalado) mandatario, que realmente representa solo a una de nuestras muchas naciones que constituyen nuestra peruanidad (y aun sector económico poderoso), recuerda que 7 de 10 compatriotas —hombres, mujeres y niños— guarecidos por siglos en el áspero suelo rural que pisan con pie desnudo e indigente, encarnan, hoy por hoy, el 66% nuestra población campesina. Y entonces pregúntate: ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando al tronar de la marcha de banderas veas sobre los edificios públicos de la capital a la bicolor flamear aparentemente soberana, recuerda que ésta es la misma oriflama nacional que Alfonso Ugarte arrebató al enemigo para lanzarse libre e independiente hacia la eternidad; pero que hoy, traicionada por un faccioso grupo apátrida y mercantilista, se ha permitido que el vecino del sur, en litigio internacional por el mar que Grau defendió con su propia vida, coloque en el Perú la mayor parte del 59% de su inversión en la región, y en sectores que comprometen gravemente la seguridad nacional del país. Y entonces pregúntate otra vez peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando desde el hemiciclo de un congreso ramplón y chabacano, el verbo presidencial se ufane de la cuantiosa inversión internacional que ha llegado al país, recuerda que la segunda mayor inversión extranjera proviene de aquellos que ejecutaron inmisericordemente al coronel Leoncio Prado, como inmisericordemente ejecutan diariamente a miles, tal vez millones de familias peruanas, que solo aspiran a sobrevivir con los peores salarios que registra la región. Entonces, en esa hora suprema, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando el discurso presidencial se refiera, triunfalista, a una supuesta actividad empresarial nacional boyante, sin precedentes en la historia económica del país, y ciertamente asentada en nuestro territorio nacional, recuerda que de las 500 mejores empresas afincadas en el país 244 de ellas no son peruanas. Son extranjeras, y representan, según los analistas, el 54% del total de ventas en el país. Y entonces pregúntate: ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana, cuando en el clímax del mensaje presidencial se anuncie el "despegue económico del Perú hacia el desarrollo" y el "triunfo de su modelo económico", recuerda, a pesar de la pirotecnia mendaz y la algazara ignorante de la clase política nacional, que por la calidad de la inversión extranjera que recibe el país -oportuno es agregar, sin control estatal, sin regulación y sin planificación económica, a pesar de los documentos del Banco Mundial (ver "The Growth Report: Strategies for Sustained Growth and Inclusive Development" of the "Commission on Growth and Development", May 2008) y de la CEPAL (ver "Informe Anual sobre Inversiones Internacionales en América Latina y el Caribe 2006)- se insiste ahistoricamente en el mismo modelo primario exportador y de servicios, y que ese modelo no genera mayor empleo sino desocupación o empleo precario o subempleo, no se integra con otros sectores domésticos, no compra materias primas ni insumos nacionales, no crea cadenas productivas y un mercado de capitales; y, por lo tanto, lo que se promueve está lejos de constituir un despegue nacional, sino más de lo mismo, que ha tenido al país esclavo desde los inicios de la república. Y entonces, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Y, finalmente, peruano(a): Mañana cuando desde los medios de comunicación se lance al país la absurda idea de un "Perú que avanza", introduce la mano a tus bolsillos y comprueba que mientras el peruano promedio recibe un sueldo miserable, arbitrario e impositivo, es decir no negociable, en Argentina a través de su "Consejo Nacional del Empleo, la productividad, y el salario mínimo vital y móvil"; en Colombia, a través de su "Comisión de Concertación Salarial"; en México, a través de su "Comisión Nacional de Salarios Mínimos"; y, finalmente, nada menos que en Chile (atención trabajadores de "Ripley"), a través de la concertación del estado, los empleadores y la Confederación Única de los Trabajadores, en todos estos países no arrojan a patadas a los solicitantes de un mejor salario, sino que, por el contrario, mediante un dialogo civilizado se aumentan los salarios de acuerdo a los índices macroeconómicos del país y la productividad de sus empresas. Situación que se repite -señor García- en Australia con su "Comisión de Productividad" y en Irlanda con su "Irish Partnership". Entonces, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Así, peruano(a), a pesar de los brillosos edificios, los elegantes autos y los conciertos de afamados artistas internacionales en Lima, lo cierto es que a 189 años de nuestra independencia del yugo español, y nuevo espacio-histórico de por medio, el Perú de García ni es libre, ni avanza. Es solamente un deseo pendiente.
Boston, 27 de julio del 2010
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www.marcofloresvillanueva.blogspot.com
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Peruano(a): Mañana cuando al tronar de la marcha de banderas veas sobre los edificios públicos de la capital a la bicolor flamear aparentemente soberana, recuerda que ésta es la misma oriflama nacional que Alfonso Ugarte arrebató al enemigo para lanzarse libre e independiente hacia la eternidad; pero que hoy, traicionada por un faccioso grupo apátrida y mercantilista, se ha permitido que el vecino del sur, en litigio internacional por el mar que Grau defendió con su propia vida, coloque en el Perú la mayor parte del 59% de su inversión en la región, y en sectores que comprometen gravemente la seguridad nacional del país. Y entonces pregúntate otra vez peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando desde el hemiciclo de un congreso ramplón y chabacano, el verbo presidencial se ufane de la cuantiosa inversión internacional que ha llegado al país, recuerda que la segunda mayor inversión extranjera proviene de aquellos que ejecutaron inmisericordemente al coronel Leoncio Prado, como inmisericordemente ejecutan diariamente a miles, tal vez millones de familias peruanas, que solo aspiran a sobrevivir con los peores salarios que registra la región. Entonces, en esa hora suprema, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana cuando el discurso presidencial se refiera, triunfalista, a una supuesta actividad empresarial nacional boyante, sin precedentes en la historia económica del país, y ciertamente asentada en nuestro territorio nacional, recuerda que de las 500 mejores empresas afincadas en el país 244 de ellas no son peruanas. Son extranjeras, y representan, según los analistas, el 54% del total de ventas en el país. Y entonces pregúntate: ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Peruano(a): Mañana, cuando en el clímax del mensaje presidencial se anuncie el "despegue económico del Perú hacia el desarrollo" y el "triunfo de su modelo económico", recuerda, a pesar de la pirotecnia mendaz y la algazara ignorante de la clase política nacional, que por la calidad de la inversión extranjera que recibe el país -oportuno es agregar, sin control estatal, sin regulación y sin planificación económica, a pesar de los documentos del Banco Mundial (ver "The Growth Report: Strategies for Sustained Growth and Inclusive Development" of the "Commission on Growth and Development", May 2008) y de la CEPAL (ver "Informe Anual sobre Inversiones Internacionales en América Latina y el Caribe 2006)- se insiste ahistoricamente en el mismo modelo primario exportador y de servicios, y que ese modelo no genera mayor empleo sino desocupación o empleo precario o subempleo, no se integra con otros sectores domésticos, no compra materias primas ni insumos nacionales, no crea cadenas productivas y un mercado de capitales; y, por lo tanto, lo que se promueve está lejos de constituir un despegue nacional, sino más de lo mismo, que ha tenido al país esclavo desde los inicios de la república. Y entonces, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Y, finalmente, peruano(a): Mañana cuando desde los medios de comunicación se lance al país la absurda idea de un "Perú que avanza", introduce la mano a tus bolsillos y comprueba que mientras el peruano promedio recibe un sueldo miserable, arbitrario e impositivo, es decir no negociable, en Argentina a través de su "Consejo Nacional del Empleo, la productividad, y el salario mínimo vital y móvil"; en Colombia, a través de su "Comisión de Concertación Salarial"; en México, a través de su "Comisión Nacional de Salarios Mínimos"; y, finalmente, nada menos que en Chile (atención trabajadores de "Ripley"), a través de la concertación del estado, los empleadores y la Confederación Única de los Trabajadores, en todos estos países no arrojan a patadas a los solicitantes de un mejor salario, sino que, por el contrario, mediante un dialogo civilizado se aumentan los salarios de acuerdo a los índices macroeconómicos del país y la productividad de sus empresas. Situación que se repite -señor García- en Australia con su "Comisión de Productividad" y en Irlanda con su "Irish Partnership". Entonces, pregúntate peruano(a): ¿Somos libres o el Perú sigue siendo solo un deseo pendiente?
Así, peruano(a), a pesar de los brillosos edificios, los elegantes autos y los conciertos de afamados artistas internacionales en Lima, lo cierto es que a 189 años de nuestra independencia del yugo español, y nuevo espacio-histórico de por medio, el Perú de García ni es libre, ni avanza. Es solamente un deseo pendiente.
Boston, 27 de julio del 2010
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