Las grandes derrotadas: "Las Encuestadoras"

Por: Jaime Salinas

Si el nuevo presidente electo y los congresistas más honestos y valientes son consecuentes con sus promesas de campaña y sobre todo con su decisión de hacer prevalecer una verdadera democracia en el Perú, uno de los temas primordiales al que se deben de abocar a partir del 28 de julio es a investigar, dilucidar responsabilidades, juzgar con imparcialidad y de encontrarse delitos flagrantes de manipulación, engaño o maquillaje a la voluntad popular sancionar ejemplarmente, de una vez por todas y sin que a nadie le tiemble la mano, al ilegal juego al que se han prestado las principales autodenominadas empresas de investigación de mercado o comúnmente llamadas encuestadoras.
Lo digo sin ningún temor ni medias tintas, por el bien del país y de sus 30 millones de habitantes, lo exigimos desde esta columna. Basta ya de miedos y acomodos. Luego de más de veinte años de burdas y antidemocráticas manipulaciones, las autoridades competentes, llámense el Congreso, el Jurado Nacional de Elecciones, el Poder Judicial u otras, deben tener la decisión y el coraje de tomar al toro por las astas y ponerle fin a esta vergonzosa situación que ha empañado uno a uno (y cada vez de forma más escandalosa y fraudulenta) los procesos electorales nacionales, regionales y municipales de las últimas tres décadas en el Perú.

Es tiempo de encontrar la verdad detrás de tanta suciedad y sobre todo de llevar a los responsables de tantos años de maquillajes rentados al banquillo de los acusados y de encontrárseles culpables, luego de un debido proceso, enviarlos donde deben ir los delincuentes, a la cárcel. Revisemos una a una las innumerables declaraciones, interpretaciones, inducciones y conclusiones a las que llegaban entrevista tras entrevista semana a semana los videntes rentados del poder económico y observemos ante los hechos consumados el flagrante y vergonzoso ridículo al que llegaron teniendo que admitir (conocidos los resultados de la segunda vuelta) que el nuevo presidente del Perú era Ollanta Humala cuando todos y cada uno de ellos lo ninguneaban o lo daban por descartado a inicios de este mismo año.

No nos compete decir si esto es legal o ilegal, porque para eso están las autoridades y para eso es este pedido, para que se investigue y se determine ello, pero sí nos interesa y sobre todo nos preocupa que esto suceda proceso tras proceso electoral y se llegue a los extremos a los que se ha llegado y no se diga o haga algo oficialmente.

Basta ya de tanta­ hipocresía y encubrir a los verdaderos responsables de la frágil, manipulable e inestable democracia en la que vivimos. Basta ya de obviar el tema. Es evidente que algo se pudre en esto y si de alguien se espera que actúe con firmeza y decisión al respecto es del nuevo Presidente electo, que hizo de la moralización y la lucha contra la corrupción su principal bandera de campaña.

Sr. Humala, espero que coincida con estos comentarios, más aún habiendo sido Ud. y sus seguidores (lo que es mucho más grave) víctimas de las manipulaciones de estas seudoempresas. Espero que no haga lo mismo que AGP, quien en la campaña del 2006 denunció enérgica y en reiteradas oportunidades a estas compañías y una vez juramentado en el cargo no movió un dedo ni ordenó investigación alguna.

Todos sabemos Sr. Humala que los políticos (casi todos) le tienen terror a tocar el tema de las encuestas y menos aún se atreven a enfrentarlas, pero si Ud. y su grupo son consecuentes y honestos con sus promesas, con la democracia que han jurado defender y sobre todo con nosotros los ciudadanos, le solicitamos que una de las primeras acciones a realizar (ojo, sin revanchismos ni vendetas, sino con la verdad, los hechos acontecidos, las cifras publicadas, los resultados obtenidos y sobre todo con la ley en la mano) sea el investigar a fondo las acciones realizadas por las empresas encuestadoras, que son paradójicamente las mismas que con sus mismos dueños y directivos intentaron evitar en 1990 la llegada de Fujimori al poder y al no poder evitarlo se vendieron inmediatamente a su inminente dictadura, avalando con sus maquilladas cifras el golpe de Estado del 05 de abril del 92 y luego pasaron una y otra varias veces por la salita del SIN para asegurar las múltiples reelecciones de AFF.

Se ha vuelto a producir un quiebre histórico y la población ha logrado con su voto derrotar a las encuestadoras, eligiéndolo a Ud., Sr. Humala, el nuevo Presidente del Perú (a pesar de que lo boicotearon ya desde el 2006 y ahora en el 2011 tanto como pudieron y Ud. lo sabe) y por eso le decimos que asuma el reto, porque esta es casualmente la madre del cordero de la corruptela en la política peruana: mientras hayan autoridades chantajeadas por el miedo o la conveniencia de no enfrentar temas de fondo que alteran directamente el destino de nuestro país y, por lo tanto, de nuestras vidas, como son los procesos electorales a través de la manipulación, el encubrimiento, la obstrucción y el engaño a la población mediante cifras engañosas y tendenciosas, nunca llegaremos a tener las autoridades que realmente queremos o deseamos, sino seguiremos en el círculo vicioso de los que se conchaban o se asocian con estas mafias de la estadística.

Estaremos atentos a este tema Sr. Humala y esperamos por el bien del país y el suyo propio que haga lo correcto y disponga que se investigue el tema a fondo por las autoridades pertinentes y se llegue hasta las últimas consecuencias caiga quien caiga y le duela a quien le duela. Lo lógico sería que si alguna de dichas empresas y sus directivos tuvieran la conciencia limpia y tranquila de que han actuado legal y correctamente ante los hechos acontecidos, deberían ser ellos mismos los primeros en solicitar una investigación de oficio para así deslindar y diferenciarse de los que sí han cometido flagrantes y evidentes actos de manipulación electoral. ¿Alguien se atreve a tirar la primera piedra? ¿O tienen todos techos de vidrio? Los peruanos esperamos respuestas señores de las encuestadoras.