¡Ojo, Mucho Ojo!

Jans Erik Cavero Cárdenas

Hace 2 días fue aprobado el Decreto de Urgencia 054-2011 que establece medidas excepcionales para agilizar la ejecución de proyectos de inversión pública. ¿Qué implica la aprobación de este decreto? Primero, que la economía peruana no está blindada de los efectos de la crisis mundial, tal como en su momento sostuvo Alan García mintiéndole al país. Segundo, que la ejecución del gasto público está ralentizada, razón por la que es necesario adoptar reglas de juego que flexibilicen las contrataciones estatales.

Es cierto que existe una sub ejecución de la inversión pública en los gobiernos regionales y locales, sin embargo, el nivel de ejecución presupuestal en el gobierno nacional también es pobre. En efecto, si tomamos en cuenta los devengados que muestra el MEF, la ejecución promedio de los tres niveles de gobierno bordea el 44%, porcentaje preocupante a 3 meses de culminar el ejercicio fiscal.

En este contexto, ¿por qué la advertencia de tener mucho ojo? Porque el decreto plantea un proceso de selección que agilice la contratación para la ejecución de obras, disponiendo que los gobiernos regionales y municipales inicien sus procesos de selección en estos 3 meses para ejecutar obras que se inicien  en el 2012. Si los mayores índices de corrupción se generan en las compras públicas ordinarias, los corruptos tendrán mayores incentivos para robar en procesos “ágiles”, aún cuando la intención de la norma haya sido desburocratizar estos procesos.  

Asimismo, con la intención de evitar la desaceleración de la economía, el decreto autoriza una transferencia de 518 millones 924 mil soles 864 soles a favor de los gobiernos regionales y 370 millones al Ministerio de Transportes para infraestructura vial. Con el propósito de premiar a los gobiernos eficaces, se prevé adicionalmente 400 millones para financiar el Bono de Incentivo por la Ejecución Eficaz de Inversiones (BOI). De esta manera, los gobiernos que cumplan sus metas de ejecución presupuestal se harán acreedores a un bono cuya percepción, monto, fecha, etc., será regulado por decreto supremo.

Ahora bien, con el DU 054-2011, ¿cuánto va a recibir el Gobierno Regional de Ayacucho? 25 millones 534 mil 290 soles, de los cuales 5 millones y medio será para la implementación del Centro de Salud San Juan Bautista y 20 millones para el Hospital Regional de Ayacucho. En cuanto a éste, subsiste el problema siguiente: ¿cómo se van a ejecutar los 20 millones si la obra está paralizada?; si no hay obra a ejecutar ¿a dónde irá a parar este crédito suplementario?

La respuesta depende en qué escenario nos situemos. Si hay que continuar con la infraestructura paralizada, debe utilizarse parte del dinero para hacer las correcciones necesarias al expediente técnico y empezar una nueva licitación para contratar a una empresa ejecutora. El problema en este escenario es que Oscorima pretende un hospital categoría III.1 y en unos terrenos ajenos al GRA.

Si se quiere una nueva infraestructura hospitalaria subsisten los siguientes inconvenientes: No hay expediente técnico aún; no existe espacio donde construir el hospital pues los terrenos del INIA son propiedad del mismo; aún cuando existiera expediente técnico y terreno disponible, difícilmente se iniciaría la ejecución porque primero hay que realizar el proceso de licitación. En este escenario, parte del crédito suplementario tendría que destinarse a la elaboración de un nuevo expediente técnico, quedando como saldo 17 millones aproximadamente más los 49 millones presupuestados para el 2012.

Tengo la impresión de que el Gobierno Nacional no sabe lo que ha ocurrido con el hospital regional. Todos los ayacuchanos necesitamos un hospital, no obstante, persisten 2 obstáculos: Está pendiente un arbitraje con el Consorcio Hospitalario en el que podríamos perder 25 millones; Oscorima insiste en un hospital III.1 sin advertir  que podría tratarse de un elefante blanco. Modestamente, sigo pensando en un hospital de categoría II.1, moderno, equipado con tecnología de punta, que cuente con todas las especialidades y con profesionales competentes.

Una cosa sí es cierta: La irresponsabilidad del Consorcio Hospitalario y del GRA, así como los faenones cometidos por algunos funcionarios de la gestión anterior y de esta gestión, ha imposibilitado que Ayacucho cuente para este fin de año o para el primer semestre del 2012 con un nuevo hospital. Habrá que esperar hasta el 2013 ó 2014 para tener operativa una nueva infraestructura hospitalaria.

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