Guerra, violencia, terrorismo o paz, amnistía y reconciliación
Por: Diómenes Romero para IPANews
Obviamente, leyendo las opiniones vertidas a consecuencia de la caricatura difundia por "La República", podemos reconocer el odio existente entre los peruanos y el afán de negar la realidad histórica.
Poco o nada se puede cambiar en personas que recurren a la adjetivación como recurso de su razonamiento. Si ellos quieren llevar el debate, sobre la situación de violencia política vivida por la sociedad peruana durante las décadas de los 80 y 90; al punto de si fue o no fue "Guerra Civil", "Conflicto Armado Interno", "Guerrilla", etc; solo queda aconsejarles, de buena manera, que regresen a la escuela y estudien Ciencias Sociales.
Ahora, por el lado de "Carlin", queda claro que: "con su caricatura se suma a la campaña del estado frente a la subversión". La verdad histórica y la verdad fáctica acerca de "Lucanamarca" fue que "SL" respondió a los ataques de las Fuerzas Armadas "golpeando a las cabezas de las meznadas" que, precisamente, los dirigía el Ejército Peruano. Y, como todos los que hemos perdido a alguien en la guerra interna, nos duele recordarlos. Pero, no nos engañemos, así de cruel es la guerra, no lo justifiquemos, llamémoslo por su nombre.
En una "guerra", se dan excesos de ambas partes. Pero, el problema esta en cual de los dos contendientes usa esos "excesos como parte de su política". Sin duda, esta demostrado, que el Estado peruano empleó el "genocidio como método de guerra antisubversiva", mientras que los levantados en armas usaron la "guerra de guerrillas y la guerra de movimientos" bajo principios "maoístas" y "guevaristas" respectivamente; sin duda, violentas y crueles.
El asunto sobre la violencia estructural y las consecuencias que generó, están en si hacemos algo para resolver los problemas derivados promoviendo el alto a los gastos militares en una "guerra" que ha concluido hace 10 años con la "derrota de la subversión" y promovemos una política de Paz, Amnistía General y Reconciliación Nacional o si seguimos echando gasolina al fuego como lo hace el Estado y sus gobiernos con los armados del VRAE cuyos mandos son sujetos que fueron capturados o convencidos por las FFAA para arrepentirse y participar en la captura de "Feliciano" y, seguidamente, colaborar en los operativos militares del régimen fujimorista y, posteriormente, ser parte del problema que justifique la política represiva del Estado (porque, para el Estado y sus socios, promover y mantener la guerra en el VRAE es un gran negocio).
Como lo dice el propio Gral EP (r) Eduardo Fournier en su libro, refiriéndose a "Raúl", hermano del cabeza del VRAE "José" : " 'Raúl' aceptó su militancia en SL...ofreciéndose a colaborar para ubicar a 'Feliciano', usando la radio Yaesu; a cambio se le prometió reducir su pena y la de sus familiares así como otros beneficios..." (Libro:"FELICIANO" CAPTURA DE UN SENDERISTA ROJO). Ahora; "Raúl" en libertad, comanda a su grupo de mercenarios con el beneplácito de su hermano "José" y sus lugartenientes, igualmente, vulgares delincuentes a la sazón responsables de muchos crímenes cometidos como lo reconocieron en una entrevista con la prensa inglesa.
La guerra cruenta es continuación de la política por medios militares. También existe guerra incruenta. Son los dos lados de la Lucha de Clases. En el país, a millones de peruanos, se les cerró el futuro, por eso, miles de ellos se rebelaron contra el sistema. Alguien, en su sano juicio, puede decir que el Perú era y es una nación formada, una sociedad democrática con oportunidad para todos sus habitantes?. Nadie.
Siglos y décadas prueban que el Estado peruano fue y es una dictadura de las clases dominantes. Belaunde, Alan García y Fujimori fueron fieles aplicadores de la línea genocida. Hoy mismo estamos comprobando como se estigmatiza, discrimina y estereotipa a los luchadores sociales; además, se justifica la persecución y el asesinato de quienes luchan por sus derechos. Entonces, porque negar que existe una línea represiva del Estado y sus gobiernos frente al pueblo?.
Las organizaciones subversivas son la expresión de una sociedad coercitiva. Las fuerzas rebeldes están conformadas por civiles con una ideología, un Partido, Ejército, Frente y un programa. La existencia misma de los grupos alzados en armas demostró que hubo una respuesta cruenta a la violencia institucionalizada, es decir una "Guerra Civil" y, por tanto, puede regresar nuevamente, ya sea como un conflicto cruento con los protagonistas de "SL" y el "MRTA" o simple y sencillamente con otros protagonistas.
Quienes continúan proclamando la "violencia del Estado como justa", son los mismos que propiciaron, promovieron, ocultaron y/o defendieron los genocidios como método de guerra; ya sea usando "masas contra masas" o grupos tipo "Colina", "Rodrigo Franco", etc. Y, siempre lo hacen desde los diferentes estamentos del sistema: medios de comunicación, Universidades, Colegios, instituciones policiales y militares, Iglesias, partidos de la burguesía, tanto de derecha como de izquierda.
Son ellos, precisamente, quienes no quieren resolver las consecuencias que generó el enfrentamiento interno. Parte de los problemas no resueltos son los deudos: viudas, huérfanos y demás familiares con indemnizaciones pendientes. También tenemos a los prisioneros, los asilados y perseguidos. Así mismo; a raíz de la política represiva, están los derechos fundamentales conculcados, la continuación de la constitución fujimorista, el neoliberalismo y la legislación antipopular que criminaliza y estigmatiza la lucha social. Eso debemos verlo en su real dimensión para luchar por soluciones, claro, si se quiere resolver para avanzar en la democratización de la sociedad peruana.
Basta de hipocrecias, al fin y al cabo, los únicos que estan impunes en sus crímenes son las belaundistas, los apristas con García a la cabeza, los fujimoristas, los militares y policías, los cabezas de las meznadas y rondas campesinas y, además, el clero eclesiástico entre otros grupos cristianos y las ONGs, sin soslayar a los grupos de la llamada "izquierda legal" quienes fueron cómplices del Apra y del fujimorismo, recordémosle como callaron frente a los genocidios en los Penales y otros en el campo.
Por otro lado, los que proclamaron "La Rebelión se Justifica", para llegar a la población requieren de asumir sus responsabilidades políticas por todos sus graves y horrendos errores cometidos. Es una necesidad para el pueblo y para los luchadores sociales porque permitirá conocer la historia del otro lado de los contendientes, sin duda, a los que se les niega hablar y decir su verdad. Permitirá que se deslinde responsabilidades y se desenmascare a tantos traficantes de la sangre del pueblo que aparecen como "jueces implacables".
Para los rebeldes, son "Tiempos de Repliegue" y "siguen luchando sin abandonar sus principios" buscando espacios políticos que, el Estado insiste en cerrarles al no permitirles inscribirlos en los registros electorales. Si los canales políticos se les vuelven a cerrar, la lucha de clases se agudizará y seguramente se abrirán otros canales por donde la gente pueda expresar sus ideas, necesidades y hasta sus odios. Ellos, hoy por hoy, no están actuando con las armas, ellos están buscando espacios políticos para expresarse como lo permite la propia Constitución Política del Perú (ojo, dictada por la propia mafia fujimontesinista y avalada por todos los partidos burgueses).
RECONCILIAR LA NACION Y CURAR SUS HERIDAS es necesario, no es un crímen. Lo hicieron en USA después de su Guerra Civil. En Latino América tenemos Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Nicaragua y El Salvador. Europa, podemos ver los casos de España después de muerto el dictador Franco. En el mismo Perú, la AMNISTIA GENERAL fue otorgada a los Apristas y Comunistas en los 30 y 50; pero además, a los guerrilleros de los 60. Ahora, porqué no se le quiere otorgar los mismos derechos a los comunistas maoístas y a los guerrilleros del MRTA?. Solo una mente nefasta como la de Cipriani seguramente dira: "es que los terroristas no tienen derechos" o los negociantes de la guerra dirán "terminemos con ellos a sangre y fuego".
No dejemos que los guerreristas y militaristas de la burguesia peruana (incluyendo radicaloides del oportunismo, mercenarios del VRAE y cuantos trafican con la sangre del pueblo) sigan generando condiciones políticas y militares para que, a nombre de una "guerra antisubversiva" inexistente, porque ya concluyo, se continúe reprimiendo al pueblo peruano y conculcando sus Derechos Fundamentales.
La Amnistía y Reconciliación incluye a todos los involucrados en la confrontación política cruenta. Es decir, civiles y militares. El Derecho Nacional e Internacional les asiste. Ver la Convención de Ginebra. Por eso, la contradicción en la opinión pública peruana sobre el debate de la "Guerra Interna" esta entre AMNISTIA GENERAL Y RECONCILIACION NACIONAL O SEMBRAR MAS VIOLENCIA GUERRERISTA PARA EL FUTURO.
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