Por Desco
Las elecciones municipales del año 2010 trajeron nuevas autoridades en los distritos de Villa El Salvador y Villa María del Triunfo. En el caso de San Juan de Miraflores, Adolfo Ocampo volvería a la alcaldía después de algunos años, muchas acusaciones y hasta haber purgado prisión efectiva por denuncias en una de sus gestiones municipales. En el caso de Lurín, el Alcalde Jorge Marticorena fue reelegido en representación del Apra, en Pachacamac el Alcalde Hugo Ramos –quien fuera en las elecciones anteriores en la Alianza Unidad Nacional–, fue reelecto en las filas de Restauración Nacional.
En julio del presente año el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) declara la vacancia del regidor distrital de Villa María del Triunfo Juan César Pianto Peralta de Perú Posible por la existencia de una condena privativa de la libertad por delito doloso. El JNE sustentó su decisión en el inciso 6 del artículo 22 de la Ley Orgánica de Municipalidades, que señala como causal de vacancia la existencia de una condena a pena privativa de la libertad, consentida o ejecutoriada, por delito doloso. En nota de prensa del JNE se expresa “La resolución del órgano electoral constituye un importante paso en la lucha contra la corrupción, así como en la consolidación de la institucionalidad del país y en la recuperación de la confianza de los ciudadanos en las entidades encargadas de preservar la idoneidad de sus funcionarios”.
En Villa El Salvador en junio del presente año, regidores Perú Posible y del mismo grupo político del Alcalde de Villa El Salvador –Santiago Mozo Quispe– solicitaron ante el JNE la vacancia del alcalde del Concejo Distrital de ese distrito, por tener condena consentida o ejecutoriada por delito doloso con pena privativa de la libertad. Sustentando su demanda en que éste fue sentenciado por la comisión del delito de defraudación tributaria contra el Estado a cuatro (4) años de pena privativa de libertad suspendida por el periodo de prueba de dos (2) años. El JNE requirió al Concejo Distrital de Villa El Salvador se pronuncie sobre la vacancia. La sesión fue postergada reiteradamente por la inasistencia del Alcalde hasta que en sesión extraordinaria de fecha 2 de septiembre de 2011, el Concejo Distrital de Villa El Salvador acordó, con 11 votos a favor y 2 en contra, aprobar la solicitud de vacancia del alcalde Santiago Mozo Quispe, sesión a la que no asistió el alcalde, ni el secretario general, pese a encontrarse debidamente notificados. El 21 de setiembre Santiago Mozo interpuso recurso de apelación contra el acuerdo municipal y el JNE acepta su apelación y declara nulo el acuerdo de Consejo del 2 de setiembre. Nuevamente se llama a Sesión del Concejo Distrital de Villa El Salvador y en esta ocasión con presencia del alcalde y regidores, se obtiene como resultado 8 votos a favor y cinco en contra. No alcanzándose los dos tercios de los votos de los regidores para aprobar la vacancia del Concejo Municipal. Ahora le corresponde al JNE emitir una decisión final sobre la vacancia y si finalmente se aplica, en el marco de todo el proceso seguido en los últimos meses.
Otro caso conocido es el que se viene librando en Lima Norte, específicamente en el distrito de los Olivos. El JNE declaró infundado el pedido de vacancia del alcalde Felipe Castillo, por haber, supuestamente, destinado fondos públicos para crear la Universidad Científica y Tecnológica de Los Olivos. El Consejo Nacional para la Autorización y Funcionamiento de Universidades (Conafu) rechazó su inscripción al percatarse de ello, pero el Congreso creó una ley para convertir su universidad en pública, obviando al Conafu.
De acuerdo al portal del JNE existen una serie de procesos de nuevas solicitudes de vacancia de regidores en Lima Sur. Todo ello, evidencia la precariedad del sistema político local (el nacional no es la excepción) y la manera cómo se constituyen y definen las candidaturas a alcalde y las listas de regidores. Otro problema recurrente es la débil representación social con que cuentan las autoridades electas, quienes ganan con tan solo un 20% del voto de los electores en promedio, a pesar de lo cual cuentan con una amplia mayoría del Concejo Municipal y el control total de la Municipalidad. Estos datos nos ayudan a pensar en la manera como se distribuye el poder de acuerdo a los resultados electorales, surgiendo también preguntas sobre la democracia en el interior de los partidos y la forma en que se estructuran. Es común, también, ver como una vez ganada la elección se reconfiguran los acuerdos y vínculos políticos locales, con lo que los partidos políticos pierden poder y representación, siendo los alcaldes elegidos quienes gobiernan «solos» olvidándose de planes y promesas electorales con los que ganaron las elecciones.
La ciudadanía y sus organizaciones sociales rechazan esta situación. Sin embargo, mientras los partidos políticos no superen la crisis en la que se encuentran y puedan funcionar como organizaciones con mecanismos de control y fiscalización de sus miembros, seguiremos eligiendo autoridades con problemas judiciales, que en teoría no podrían postular, pero que terminan asumiendo el poder que les otorga la función pública como autoridades locales.