Hora de Dialogo
por Cesar Levano
Hoy empieza en Cajamarca el paro regional que expresa oposición al proyecto minero Conga. El Gobierno y la prensa que le es adicta ha construido un escenario de confrontación dramática. La empresa se muestra a favor de la coerción, no del diálogo.
Lamentable es que el Presidente Ollanta Humala haya optado por la línea de confrontación, a pesar de que habla de diálogo. Tal actitud se reflejó ayer en la visita que el ministro del Interior, Óscar Valdés, realizó a Cajamarca. El itinerario y el programa de ese viaje es significativo. En primer lugar, el ministro no acude a la sede del gobierno regional, sino que cita al presidente regional, Gregorio Santos, a las oficinas de la gobernación.
Anótese que el presidente regional ha sido elegido por el voto popular; el gobernador es un funcionario menor nombrado a dedo por el Gobierno Central.
Santos es miembro del Partido Comunista del Perú (Patria Roja). Pero eso no le quita representatividad. Además, como él subrayó ayer, las protestas antimineras de Cajamarca se procesan pacíficamente y reclaman diálogo.
Penoso es que el intento de dialogar se frustrara ayer. El ministro Valdés irritó al mandatario regional al amenazarlo con adjudicarle responsabilidad si en el paro se producían hechos de violencia. No era buena manera de abrir el diálogo.
Tampoco resulta constructivo el retiro airado de Santos. Ha debido quedarse, protestar por la amenaza y exponer los puntos de vista de la población cajamarquina, procurando que el personero ministerial escuche las razones de su región.
Lo cierto es que en el régimen no parece existir una auténtica voluntad dialógica. Mientras Valdés fracasaba en Cajamarca, en Lima Salomón Lerner, presidente del Consejo de Ministros, se reunía con solo cuatro alcaldes cajamarquinos. ¿Por qué no convocó a Santos?
Nuestro diario, y este columnista en particular, han propugnado desde el inicio del conflicto, el método del diálogo. Hemos asumido al mismo tiempo la defensa del medio ambiente en el caso Conga, y exhibido pruebas y opiniones en contra de una explotación malsana y abusiva.
Hay dos puntos clave en el conflicto: el estudio de impacto ambiental, sospechoso de parcialidad a favor de la empresa, y el abastecimiento de agua limpia para la agricultura y para el consumo humano directo, sobre lo cual hemos publicado un informe severo del ingeniero suizo Reinhard Seifert.
Ahora, cuando la derecha extrema toca tambores de represión, nos reafirmamos en nuestra invocación al diálogo, en el rechazo de la violencia de uno u otro lado. No se nos escapa que en el seno del paro cajamarquino pueden asomar provocadores de tipo diverso: agentes de la gran minería, radicaloides de izquierda, remanentes del senderismo y de otros cadáveres políticos ansiosos de resurrección.