Diálogo sólo con el presidente
por Carlos Angulo Rivas
Aquí va mi comentario sobre noticia publicada en el diario La Primera.
"El Gobierno dialoga y quiere conversar y espera que se haga todo con el debido respeto a los servicios públicos, al estado de derecho y la propiedad privada" insiste Salomón Lerner Ghitis, llevando la confrontación con la población de Cajamarca a un punto muerto. Pide reflexión frente a un Paro regional, pero se niega a revisar o discutir el proyecto minero Conga a fondo o en todos sus pormenores, diciendo que éste de todas maneras va.
¿Si de todas maneras va, qué cosa quieren dialogar los ministros? Los contratos con las mineras fueron firmados por el gobierno de Alan García y el de Alberto Fujimori, sin consulta previa, en aplicación dictatorial de la política del Perro del Hortelano, y este continuista primer ministro se reafirma con que “el gobierno respetará los contratos firmados y el estado de derecho”. Alude al estado de derecho cuando le conviene, pues tal situación no existe en el país desde el 5 de abril de 1992, cuando Alberto Fujimori destruyó la democracia y el estado de derecho. Y ciertamente, la elección de Ollanta Humala, en feroz contienda contra la mafia representada por Keiko Fujimori, se debió a las promesas de cambio político, social y económico.
Lerner, conocido lobbysta empresarial, comisionista en sus negocios de vender helicópteros y pertrechos, representante de Montesinos en Frecuencia Latina TV, liquidador del banco El Progreso de la comunidad judía mediante impuestos impagos, y amigo íntimo de Joy Way el poderoso ex ministro de Fujimori, etc., de quien no sabemos hasta ahora por qué Ollanta Humala lo colocó como jefe del gabinete, fue a su vez el negociante a puerta cerrada de los tan mentados tres mil millones de soles de “contribución” empresarial minera, a fin de evitarse los impuestos a las sobre ganancias debido a los altos precios de los minerales en el mercado internacional. Tres mil millones de soles con estafa de por medio, ya que de acuerdo a la legislación aprobada, enviada por el mismo Lerner, a través del cálculo más optimista, los tres mil millones se reducen a apenas a mil cuatrocientos, el resto como de costumbre fue para las “vivas” de las tribunas y su debut de primer ministro ante el Congreso.
En conclusión, entre Lerner y algunos de sus ministros existe un compromiso nada claro con las empresas mineras, de allí la defensa a capa y espada del proyecto Conga con la propaganda de los 4,500 millones de dólares de inversión, a cargo de la prensa parametrada por los grupos de poder, sin mencionar, por supuesto, los beneficios para el país de este mega proyecto y en cuánto está calculado el valor del oro que se llevarán al exterior en 19 años de explotación; y en cuánto están valoradas las pérdidas ecológicas en esos años, cuando la depredación deje un territorio desvastado como en Cerro de Pasco, ciudad desaparecida, o La Oroya, sólo para citar un par de ejemplos. Son apenas, unas preguntas para empezar a dialogar como quiere el gobierno. Y que no vengan con la “amenaza” de que sin “Conga” no hay “inclusión social”.