Por el orgullo nacional
Por Hugo Ramírez Canaval*
Me dirijo a los peruanos que piensan en nuestra Patria amada, a quienes se preocupan por lo que dejaremos a las nuevas generaciones; en fin, a vosotros que no estáis satisfechos con lo que tenemos, porque este no es el Perú con el que soñaron y por el que murieron nuestros antepasados.
Ese sueño hermoso se interrumpió en 1879 y se ha convertido en una horrible pesadilla derrotista. MURIÓ EL ORGULLO NACIONAL. Vivimos los efectos de una humillante derrota. Desde entonces, divagamos, no nos encontramos, andamos sin norte… No tenemos —aunque parezca mentira— un propósito de vida como país, no tenemos un verdadero Objetivo Nacional. Algunos hablan de “objetivos nacionales” y nos proponen políticas sectoriales de gobierno. Ni los del “Acuerdo Nacional” han logrado plasmar algo… Tengo una propuesta de solamente uno que —considero— interpreta un verdadero ANHELO NACIONAL:
“Recuperar la posición hegemónica que tenía el Perú en esta parte del mundo, a mediados del Siglo XIX”.
Ya es tiempo de despertar a nuestros nobles compatriotas y sacarlos de esa modorra. ¡Será muy fácil! Yo estoy seguro de que se les puede demostrar que en realidad no hay razón para esas dolorosas frustraciones; que los enemigos de entonces, no son el pueblo que ellos con el apoyo de algunos historiadores peruanos, nos han hecho creer que son; que los peruanos seguimos siendo el pueblo superior descendiente de los Incas que dominaron y llevaron cultura y civilización a lo que es la mitad norte de Chile, el norte de Argentina, todo lo que es Bolivia y Ecuador; que luego unidos a uno de los más poderosos imperios de Europa, fuimos el más grande y próspero virreinato español de esta parte del mundo, mientras Chile era una pequeña capitanía que vivía y dependía de Lima. Que ya como república soberana, el Perú era —de lejos— el centro de la cultura y el desarrollo en el Pacífico sur.
Con toda esa historia de país exitoso, nos duele la humillación de una invasión por quienes siempre fueron el “hermanito menor”, y peor, si sucedió por la traición de los políticos, que se negaban a proveer los medios…¡Porque hombres, nunca faltan en el Perú!.
Es un dolor que lo llevamos en los genes, tanto que también lo sufren los peruanos menores de 50 años que no conocen de las realidades enorgullecedoras de antes de 1879, debido a que el curso de Historia del Perú ya no se enseña desde hace 40 años…
¡Ese es un prolongado crimen de lesa Patria!
Si sabemos vender bien esta información, entonces los peruanos se sentirán por fin liberados y asumirán un cambio total en sus sentimientos y en sus actitudes... A pesar de que es una triste repetición, tengo que decirlo: ¡Lo que pasa es que en el Perú, nadie en tantas generaciones, acepta esa humillación…!. Los responsables y culpables, son los políticos de entonces…. ¡Ellos traicionaron al Perú!. Ellos traicionaron a los peruanos de tantas generaciones…
Tampoco podemos dejar de reclamar a quienes escribieron la historia de los años posteriores a 1879. Parecería que nuestros historiadores fueron los más afectados con las traiciones; entraron en el limbo, se desubicaron… se dedicaron a contarnos de batallas perdidas y de la guerra perdida; pero nunca nos dijeron quienes fueron los que realmente hicieron la guerra. ¡Eso es traicionar el orgullo…!. ¡Dejarnos creer que Chile ganó la guerra, es humillante!
Aunque solamente fuera para levantar los ánimos después de la invasión y los saqueos, debieron escribir una Historia del Perú realista y sencilla, pero TRIUNFAL, argumentos sobran. Ocultaron las grandezas de los peruanos y las pequeñeces de los enemigos de entonces, cuando debieron contarnos por lo menos sobre el PANICO de los chilenos en 1866 y sobre la decisiva intervención del poder inglés en 1879, para llevarse el guano y el salitre…
Si no fuera por algunos historiadores extranjeros, incluyendo a los propios chilenos -que nos han contado muchas grandezas de los peruanos- no tendríamos ni siquiera “El Caballero de los Mares”.
Tengo una tesis para promover la recuperación del orgullo nacional.
Lo demás, vendrá por añadidura… La someto a vuestra ilustrada consideración. Después, la fundamentaré, si es necesario, pero puedo adelantar 2 hechos:
1. El historiador chileno Francisco Encina, cuenta que los chilenos entraron en PANICO ante la misma escuadra española que nuestros antepasados vencieron en el Callao el 2 de Mayo de 1866. Ellos vinieron a pedir la protección del Perú, y los protegimos con la escuadra peruana, en el Combate Naval de Abtao el 7 de Febrero de 1866, en el litoral chileno.
2. El 27 de Abril de 1882, el Secretario de Estado USA, James Blaine, en un informe ante el Congreso de su país, dijo: “Es un error completo hablar de esta guerra (la de 1879) como si se tratara de una guerra de Chile contra el Perú. En realidad se trata de una guerra de Inglaterra contra el Perú.”.
Esto me permite proponer a vuestra consideración, mi tesis:
“Nunca más hablar de que Chile nos ganó la guerra de 1879. Esa Guerra del Guano y el Salitre la perdimos ante el poder inglés y NO ante un pueblo que 13 años antes ¡solamente 13 años antes! de invadirnos, habían venido a pedirnos socorro porque estaban en PANICO ante las amenazas de la misma escuadra española que nuestros bravos antepasados, solos, vencieron virilmente en la mañana de aquel glorioso 2 de Mayo de 1866 en el Callao.”.
Para que estos conceptos sean aceptados, para que el común de los peruanos asimilen el mensaje, para que nuestros niños que ya no cantan esa humillante y apócrifa estrofa de “largo tiempo…” crezcan con otra mentalidad, tenemos que preocuparnos de que las autoridades del Gobierno Central y especialmente las del Sector Educación, sin olvidar a los congresistas que -si se les convence- hasta podrían legislar. Todos tienen que entender de la necesidad de que se vuelva a enseñar en todos los niveles –desde inicial hasta la universidad, y con el carácter de obligatorio- los cursos de Historia del Perú y de Educación Cívica y Moral, así como el complementario de Instrucción Premilitar, que fueron suprimidos –increíblemente- durante el gobierno militar.
Compatriotas destinatarios, ojala estuvierais de acuerdo con la propuesta. Si fuera así, tendríamos que acometer cuanto antes, la primera tarea para poner en marcha la RECUPERACION DEL ORGULLO ACIONAL… ¡Que vuelvan dichos cursos!
¡Esa supresión, fue la receta perversa para terminar de postrar a la nación; así, terminaron de destruir cualquier rastro de consciencia nacional que quedaba en algunos! ¡Terminaron destruyendo cualquier rastro de orgullo nacional!
Me permito proponer, sugerir, solicitar, recurrir al patriotismo de cada uno vosotros, para que se sirva considerar esta propuesta, y si merece su opinión favorable, mejorarla, adaptarla a su manera de ver las cosas y darle curso con su estilo, en su campo de acción y con sus lectores y sus contactos… No se necesita una organización con un líder ¡Esa no es la intención…!. Que nadie “interprete” mi invitación... ¡Con los intereses nacionales, no se debe jugar!. ¡Cuantas más opiniones aisladas y convergentes… SERA MEJOR!. ¡El interés de la Patria amada, debe congregarnos!
¡¡ EN RUTA AL 2021 DEBEMOS AFINAR NUESTRA IDENTIDAD NACIONAL Y RECUPERAR EL ORGULLO NACIONAL !!
Hugo Ramírez Canaval
Contralmirante ( r )
Noviembre de 2011.
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