¿Por qué el proyecto Conga es inviable?
por Wilder A. Sánchez Sánchez
Con el presente documento se busca contribuir a que se conozcan las graves implicancias para el agua, los ecosistemas, las actividades productivas, el desarrollo y la vida social que tendría la continuidad del Proyecto Conga de Minera Yanacocha (filial de Newmont Mining Corporation en Cajamarca - Perú). Conga es muchísimo más grave de lo que ya señaló el Ministerio del Ambiente y de lo que piensa la población en general. Los impactos negativos que se describen a continuación no son todos los que originaría el referido Proyecto, pero son más que suficientes para demostrar su inviabilidad.
Impactos potenciales en el agua
El Proyecto Conga es inviable porque está ubicado a una altitud que va de los 3,700 a los 4,262 msnm, en las cabeceras de cinco cuencas hidrográficas: 1) del río Jadibamba; 2) del río Chugurmayo y 3) del río Chirimayo (ambos afluentes del Sendamal, que más abajo se une con el Jadibamba, originando el Río La Llanga); 4) del río Chaillhuagón, que alimenta al río Grande y éste al río Chonta de Cajamarca; 5) de la quebrada Toromacho, que alimenta al río Pachachaca y éste al río Llaucano. Tres grandes cuencas hidrográficas sufrirán impactos graves: la del río La Llanga, de Celendín, que irriga el valle de Llanguat y desemboca en el Marañón; la del río Llaucano, que irriga los valles de Bambamarca y Chota, y la del río Cajamarquino, que irriga los valles de Cajamarca, Llacanora, Namora, Matara y San Marcos.
Conga es inviable porque destruirá directa y premeditadamente las lagunas El Perol, Azul, Chica, Mala y Empedrada (5 lagunas, no 4 como se ha dicho). Las lagunas El Perol y Empedrada serán convertidas en un gigantesco tajo o cráter, y las lagunas Azul, Chica y Mala en botaderos de desmontes. En los puntos siguientes se detalla cómo ocurrirá la destrucción.
Es inviable porque extraerá por lo menos 6 millones de toneladas de bofedales (similar a pantano o ciénaga) que hoy ocupan 103 Ha, destruyendo así la esponja hídrica que almacena el agua de lluvia y de neblina y que la filtra lentamente a las lagunas, a las quebradas y a las aguas subterráneas que dan origen a los manantiales.
Es inviable porque lo que hoy es la hermosa laguna El Perol (al menos 800,000 m3) y la extensa pampa de bofedales a su lado, así como la laguna Empedrada, el Proyecto Conga las convertirá en un gigantesco cráter o tajo de casi 2 Km de longitud (1950 m) y de 445 metros de profundidad[i] por lo menos: ¡un hueco de casi medio kilómetro! (una profundidad similar a la que existe desde la carretera a Balsas en la cima de Jelig hasta el caserío de Santa Rosa, en la base del cerro). Este cráter destruirá la napa freática y alterará gravemente el flujo normal de las aguas subterráneas (el sistema hidrogeológico); debido a su enorme profundidad ocasionará la desaparición de los manantiales y otras lagunas de los alrededores[ii], además de las cinco lagunas que serán destruidas directamente, y contaminará las aguas subterráneas con sedimentos, metales pesados y aguas ácidas que se infiltrarán por entre las rocas removidas.
Es inviable porque, además del Tajo Perol, el Proyecto Conga abrirá el Tajo Chaillhuagón, de 1 800 m de longitud y 150 m de profundidad por lo menos, con el que destruirá 143 Ha de tierras dedicadas al pastoreo y otras actividades. Este tajo afectará gravemente a la laguna Chaillhuagón (distrito La Encañada), que irá secándose poco a poco, pues el fondo del cráter – que estará a 3 588 msnm – quedará 121 m por debajo del espejo de agua de la referida laguna (3 709 msnm). De nada servirá, pues, el trasvase del agua de la laguna Mala a la laguna Chaillhuagón ni la construcción de un reservorio para hacer posible el trasvase.
Es inviable porque la laguna Huashwas, ubicada a sólo 300 m al noreste del Tajo Chaillhuagón, pero en la cuenca del Chirimayo, también se irá secando paulatinamente debido a la enorme profundidad del cráter Chaillhuagón.
El Proyecto Conga es inviable porque hará el enorme Botadero de Desmonte Perol, de 289 Ha (130 hectáreas más grande que la ciudad de Celendín), en donde depositará 480 millones de toneladas de rocas y mineral de baja ley, con las que destruirá la hermosísima laguna Azul (400,000 m3) y también la laguna Chica (100,000 m3), ubicadas al Norte de la laguna El Perol.
Es inviable porque hará el enorme Botadero de Desmonte Chaillhuagón, de 169 Ha (igual en extensión que la ciudad de Celendín), con el que destruirá la hermosísima Laguna Verde o Mala, que almacena al menos 100,000 m3 de agua.
Es inviable porque Conga hará un gigantesco Depósito de Relaves de 700 Ha en las sub cuencas altas del río Jadibamba y de la quebrada Toromacho. (Será el doble del área del valle de Celendín, incluyendo la ciudad de Celendín en su totalidad). Además de destruir 700 has de tierras, pastos y humedales del Alto Jadibamba, esta cancha de relaves y aguas ácidas será un grave y permanente foco de contaminación para el medio ambiente, especialmente para las aguas superficiales y subterráneas de las cuencas media y baja del Jadibamba y de toda la cuenca del río La Llanga; a la corta o a la larga, los relaves se irán infiltrando a las aguas subterráneas y las contaminarán. Además del gigantesco depósito de relaves, al lado de éste y en la misma cuenca alta del Jadibamba estará el enorme Botadero de Desmonte Perol, de 289 Has, que, además de matar a las lagunas Azul y Chica, será una fuente permanente de aguas ácidas por la oxidación de las rocas conteniendo mineral de baja ley.
Es inviable porque los diques que el Proyecto Conga construirá en los cuatro reservorios a los que pretende trasvasar las aguas de las cuatro lagunas y, sobretodo, el enorme dique que construirá en el sector norte de la cancha de relaves, cortarán los flujos subterráneos; es decir, las aguas subterráneas ya no podrán circular libremente como en vasos comunicantes y, por lo tanto, los manantiales que estén por debajo de estos diques se secarán[iii]. Además, los diques impedirán el libre flujo de las aguas superficiales hacia el cauce de los ríos y quebradas. Por lo tanto, se reducirán los caudales en las cinco microcuencas y en las tres grandes cuencas indicadas más arriba, lo que será especialmente notorio en los meses de estiaje.
En el caso de la cuenca del río Jadibamba esto será tan grave que ya no volverá a recibir ni aguas superficiales ni subterráneas de la zona del Proyecto Conga. Por lo tanto, las hermosísimas cataratas del Chorro Cornelio – que junto con las lagunas deberían ser conservadas y protegidas para promover el ecoturismo y el desarrollo sostenible de Celendín y de la Región Cajamarca – desaparecerán en la temporada de estiaje y sólo existirán cuando llueva. (El Reservorio Inferior, proyectado para 1 000 000 m3 de capacidad, recibirá aguas de escorrentías provenientes de las 289 Ha del Botadero de Desmonte Perol y de las que escapen del Depósito de Relaves; por lo tanto, almacenará aguas contaminadas).
El Proyecto Conga es inviable porque el gigantesco Tajo Perol, las Pilas de Mineral, el enorme Botadero de Desmonte Chaillhuagón y parte del Tajo Chaillhuagón estarán ubicados en la cabecera del Alto Chirimayo, afluente del río Sendamal. Por lo tanto, el caudal del Chirimayo se reducirá drásticamente en los meses de estiaje al ser destruidas 400 Ha de cobertura vegetal que actualmente lo regulan, y todo el año arrastrará aguas ácidas y metales pesados provenientes de los referidos tajos, pilas de mineral y botadero de rocas de desmonte[iv]. En consecuencia, el río Sendamal también estará muy contaminado todo el año con aguas ácidas y metales pesados, y en los meses de lluvia recibirá también gran cantidad de sedimentos que bajarán del Chirimayo. Además, el caudal del Chirimayo también disminuirá al ir secándose la laguna Huashuas debido al Tajo Chaillhuagón.
El Proyecto Conga es inviable porque el río La Llanga, a lo largo de todo su trayecto hasta su desembocadura en el río Marañón, reducirá su caudal debido a la reducción de los caudales de los ríos Jadibamba y Sendamal, y además estará contaminado todo el año con las aguas que reciba del río Sendamal. Por lo tanto, el valle de Llanguat y los demás valles irrigados por estos ríos serán impactados negativamente.
El Proyecto Conga es inviable porque el secamiento paulatino de la laguna Chailluagón debido a la gran profundidad del Tajo Chaillhuagón, y la desaparición de los manantiales cercanos a este cráter, terminarán por secar al río Chaillhuagón en los meses de estiaje; por lo tanto, el caudal del río Grande también se irá reduciendo y, en consecuencia, el del río Chonta. Además, el dique sur que Conga construirá en el Reservorio Chaillhuagón para ampliar la capacidad de la laguna impedirá el flujo del agua subterránea, ocasionando la desaparición de los manantiales ubicados más abajo.
Conga es inviable porque la reducción de los flujos del río Grande y la contaminación de sus aguas por la explotación minera en su cabecera de cuenca, además de los impactos en la cantidad y calidad del agua del río Azufre por el Proyecto Carachugp de Yanacocha, inviabilizaría la proyectada represa en el río Chonta para proveer de agua potable a la población de la ciudad de Cajamarca en el mediano y largo plazo.
Es inviable porque a los impactos negativos en la cantidad y calidad de las aguas del río Mashcón por los yacimientos de Yanacocha en sus cabeceras de cuenca, se acumularán los impactos negativos en la cantidad y calidad de las aguas del río Chonta ocasionados por Conga y por Carachugo. Por lo tanto, todo el trayecto del río Cajamarquino y los valles que irriga se verán tremendamente afectados.
El Proyecto Conga es inviable porque una parte del Depósito de Relaves y el enorme dique o Presa Toromacho estarán ubicados en la cuenca del río Pachachaca, afluente del río Llaucano. Los diques de ambos sistemas impedirán la escorrentía de las aguas superficiales y además cortarán los flujos de las aguas subterráneas; en consecuencia, el río Pachachaca se secará y, por esto, disminuirá el caudal del Llaucano a lo largo de todo su recorrido por los valles de Bambamarca y Chota. Además, siempre habrá el riesgo de que los relaves rebalsen la presa o se infiltren hacia el agua subterránea y ocasionen un desastre ambiental en una amplia zona de Bambamarca y Chota; el riesgo será mayor después del cierre de Conga pues ya no habrá quién maneje la presa.
Impactos en el ecosistema
Conga es inviable ecológicamente porque la destrucción directa e inmediata de cinco lagunas y el secamiento paulatino de por lo menos dos lagunas más, así como la destrucción de 103 Ha de bofedales, aniquilará las importantísimas funciones ambientales de estos ecosistemas hidrobiológicos para las regiones jalca y/o quechua de las provincias de Celendín, Hualgayoc, Chota, Cajamarca y San Marcos. Sobretodo, su función de reguladores de los flujos de agua y del ciclo del agua; su función de zonas de recarga de los acuíferos o aguas subterráneas, pues están ubicadas en donde más llueve, y su función de hábitats de especies de fauna silvestre (aves, peces y batracios especialmente). Es imposible que los reservorios que se proyecta construir reemplacen las funciones ambientales de las lagunas, formadas a lo largo de millones de años, porque además de estar desconectados estarán severamente impactados por la enorme pérdida de cobertura vegetal en más de 3,000 Ha y por la contaminación que ocasionarán los cráteres, botaderos de desmonte, pilas de mineral, plantas de chancado y procesamiento y demás instalaciones y operaciones de la mina.
Conga es inviable ecológicamente porque sus 3,140 Ha de instalaciones[v] destruirán los hábitats y nichos ecológicos no sólo en esas 3,140 Ha sino aún más lejos. Por ejemplo, el ruido de la chancadora, de la faja transportadora de 2.4 Km, de las voladuras para abrir los tajos, de las perforadoras, de las palas y cargadoras; el ruido y el transporte continuo de rocas en vehículos de gran tonelaje, la gran cantidad de personal en actividad, etc., alejarán a todas las especies de fauna en un área mucho más amplia que las 3,140 ha., además de la destrucción de toda la flora en esa área.
Impactos en las actividades productivas y el desarrollo
El Proyecto Conga es inviable socialmente porque destruirá directamente más de 3,000 Ha de tierras dedicadas al pastoreo y la agricultura, principalmente, reduciendo, por lo tanto, la cuenca lechera de Cajamarca, la producción de leche y derivados lácteos y la producción de alimentos altoandinos. En una época en que la tendencia mundial es a la escasez y elevación de los precios de los alimentos, Conga constituye un atentado a la seguridad alimentaria de nuestros pueblos y a la soberanía alimentaria del Perú.
El Proyecto Conga es inviable socialmente porque la destrucción de los recursos hídricos en las cabeceras de cinco microcuencas y tres grandes cuencas hidrográficas de la Región Cajamarca, sumado a la contaminación de las aguas de sus ríos y canales de riego, afectará la salud de los animales que beben esas aguas y la producción agrícola y pecuaria en todos los valles y laderas irrigados por el Sendamal, el Jadibamba, el La Llanga, el Llaucano, el Chonta y el Cajamarquino. Por ejemplo, el canal de irrigación Sendamal – El Toro, cuyos ramales riegan las tierras de las laderas del distrito de Celendín y llegan hasta José Gálvez, es probable que se seque en la época de estiaje y además estará contaminado, debido a la reducción del caudal del río Sendamal y a la contaminación de sus aguas por las operaciones de Conga.
El Proyecto Conga es inviable socialmente porque alterará profundamente las relaciones sociales y la paz social en gran parte de la Región Cajamarca. A medida que sean destruidas las lagunas, a medida que se vayan abriendo los tajos, a medida que se vayan secando los manantiales que alimentan a los sistemas de agua potable y a los canales de riego, a medida que se vayan reduciendo y contaminando los ríos, a medida que vayan enfermando y muriendo los animales, los conflictos socioambientales estarán generándose y agudizándose durante los 20 años previstos para sus operaciones.
El Proyecto Conga es inviable socialmente porque todos los daños económicos que ocasionará en el agua, en los demás recursos naturales y en los ecosistemas (los pasivos ambientales), así como en las actividades productivas, en el transporte y el comercio, y en las relaciones sociales, culturales y comunitarias, superarán con creces los supuestos beneficios económicos. Esos daños o perjuicios no han sido valorizados.
Por todas estas y otras razones, el Proyecto Conga anularía las posibilidades de desarrollo sustentable o sostenible de gran parte de la Región Cajamarca.
Por todas estas y otras razones, Conga debería parar definitivamente.
¡Otro modelo de desarrollo es posible!
Notas:
[i] El Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Conga, elaborado por Knigth Piésold, indica solamente que el Tajo El Perol tendrá una longitud de 1,950 m, pero oculta deliberadamente la profundidad que tendrá; textualmente dice: “la máxima profundidad del tajo se encontrará a 3 432 m de altitud” (véase Resumen Ejecutivo del respectivo EIA, p. 29 ). Sin embargo, como sabemos que el espejo de agua de la laguna El Perol está a 3 877 msnm, entonces: 3 877 – 3 432 = 445 metros.
[ii] El Tajo Chaquicocha del Proyecto Carachugo de Yanacocha, que “solamente” tiene 186 m de profundidad, ya secó los manantiales de La Shacsha que abastecían a los canales de riego de Baños del Inca, en Cajamarca.
[iii] El propio EIA de Conga admite que: “Por las mismas razones expuestas en el caso de agua superficial, el proyecto representaría una variación en los niveles de infiltración, en la distorsión de los flujos hidrogeológicos como consecuencia: (1) del emplazamiento de infraestructura (i. e. presas que cortan casi en su totalidad el flujos subterráneos), ( 2) del desarrollo de los elementos del proyecto (i. e. conos de depresión por los tajos) o (3) de la ocurrencia de filtraciones de flujos de mala calidad.”. (Knight Piésold. Estudio de Impacto Ambiental, Resumen Ejecutivo, febrero 2010, p. 34).
[iv] El propio EIA de Conga admite: “… el proyecto tiene el potencial de impactar tanto la calidad como la cantidad de los flujos de las quebradas aledañas, estando el impacto en la calidad de las aguas asociado al incremento de sedimentos y a la generación de acidez en ciertas áreas del proyecto relacionadas con el yacimiento Perol”. (Resumen Ejecutivo del EIA, p. 34).
[v] De este total, la cancha de relaves ocupará 700 Ha, los dos tajos o cráteres 361 Ha, los dos botaderos de desmonte 458 Ha, las áreas de almacenamiento de suelo orgánico 61 Ha, la planta procesadora 30 Ha, las pilas de mineral 17 Ha, las pozas de sedimentación 8 Ha, los 4 reservorios 53 Ha, y las 15 carreteras o caminos internos de hasta 42 m de ancho, más las áreas de: oficinas administrativas, talleres de mantenimiento, depósitos de combustibles, depósitos de residuos sólidos y áreas libres para la circulación ocuparán alrededor de 1,450 Ha adicionales.