Carmen Haydeé Matos
México DF a Jueves 5 de Julio de 2012
Ni comunicados, ni retórica, ni discursos, ni difusión, ni adhesiones son suficientes para acallar a los indignados del Perú. La Cajamarca manchada por un conflicto social de Conga derramada en sangre no está sola. Los ciudadanos peruanos libres desde México y las comunidades de peruanos en el exterior nos unimos a sus legítimas demandas contra los dueños de las mineras que acechan las riquezas mineras del Perú, contra el inviable Conga, contra la represión a falta de valentía presidencial para escuchar y mandar obedeciendo lo que el pueblo pide. Claro que el luto ya se esparce por la democracia representativa, no en crisis sino en agonía. ¿Para qué nos sirven?
Las muertes físicas y cívicas de los paisanos inermes sólo aviva la certidumbre de que las causas nobles trasforman el sentido del tiempo, la memoria y las vidas de los que quedamos tras sus sacrificios, en deuda con ellos. Este duelo sirva para fortalecer que la causa de los justos se vuelva ley de los hombres. No la de un país, o nación como tal, no del patrioterismo chabacano. Y si no, pregúntennos qué es la nación para nosotros, los que cruzamos las fronteras, cuando la democracia tampoco responde.
Salimos de ver cinco asambleas de un promedio cada una de mil estudiantes asistentes, en la capital mexicana, compuesta de voceros universitarios y sus observadores, donde se reafirma la búsqueda del sentido común colectivo de justicia, democracia y futuro, y siente uno esa misma comunión atemporal que radica en el espíritu personal y de grupo que se une. Sin naciones, sin fronteras. La sangre nueva generosa, dispuesta a socializarse no en los medios, sino en las propias carreteras y plazas de su país, para no aislarse de la realidad. Para no decaer en la ofensiva que desea desacreditarlos. Dijimos antes que éramos muy sorprendidos de lo cuidadosos que éstos universitarios eran, apenas después de sus 50 días de lucha preelectoral, y pasadas las primeras cifras del sufragio, vertirse todos y cada uno de ellos a la justicia que no es de los jóvenes, que es de todos, y que allí deben converger los jóvenes, en el río de todos. Los posicionamientos políticos apenas están afinándose, porque es muy importante no errar, o errar lo menos. Impulso en la sangre nueva y fuerza en la de todos. Y van por más.
Hacemos esta narración, porque así como los antiguos decían que cada flor y planta ubicada en cualquier parte del mundo puede transmitir la fuerza de un mensaje espiritual fuertemente hasta el punto donde queremos que se envíe con sólo simplemente desearlo y pedirle a esa naturaleza de la flor, que la transmita y que encuentre en su flor local —en la flor que ustedes están mirando— al mensajero natural de nuestro respaldo. Una flor llama a su propia naturaleza con suficiencia, una flor acudiendo al llamado de su naturaleza, y a la de nosotros los del exterior, quienes sólo podemos llamar a nuestra naturaleza humana a la mano, igualmente mirando a estos jóvenes, imaginándonos el futuro de nuestros jóvenes cajamarquinos, futuro unido al torrente social del Conga No Va, como el clamor encarnado más sentido. Por ellos, por ustedes los manifestantes humillados por el régimen y el gobierno actual, va nuestra fuerza intacta a través de nuestra mensajera, en la propia naturaleza de los capulíes, gerberas, cardos, lirios, hortensias; va en las flores de Celendín y Bambamarca. Ellas nacerán una y otra vez, ellas siempre llevaran nuestros anhelos del mejor futuro para Cajamarca.
Por el derecho a manifestarse, por el derecho a la consulta libre e informada, por la no criminalización de la oposición, protestamos contra la represión. Pueblo informado, jamás será manipulado. Solidaridad con los pueblos de Cajamarca.
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