Por Alfredo Palacios Dongo
El pasado día 18 la Contraloría General de la República advirtió que la ciudad de Caral y su zona de amortiguamiento se encuentran en riesgo por una deficiente gestión cultural de la Municipalidad Provincial de Barranca y del Gobierno Regional de Lima. Esta ciudadela, la más antigua de América (años 2,627 y 2,100 AC.), nominada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y declarada Patrimonio Cultural de la Nación, increíblemente se encuentra desprotegida por una expansión no planificada de poblaciones aledañas que ocasiona invasiones, tráfico de tierras, concesiones agrarias y mineras ilegales.
En riesgo nuestra ciudadela de Caral, la más antigua de América
Pero lamentablemente este no es un caso esporádico. Solo en lo que va del año se han difundido muchas acciones de destrucción de nuestro patrimonio ante la pasividad de las autoridades culturales. La Empresa de Agregados Calcáreos Gálvez ha destruido conjuntos de líneas y trapecios en la zona arqueológica de Buenos Aires, en Nasca. En Mala, en un terreno en Cerro Pueblo I, donde se establecieron civilizaciones del Intermedio y Horizonte tardío (años 1,000 y 1,530 DC), se pretende construir casas y haciendas.
En Tacna, en el distrito de Corrales, cerca de la Huaca del Sol, destruyeron un tramo del Camino del Inca por ampliación de terrenos de cultivos de arroz. Y en Lambayeque, en la zona intangible de Chérrepe, importantes sectores del complejo arqueológico son devastados por traficantes de tierras. En el Cusco, a inicios de este mes, han sido dañadas con aerosol y grasa 300 piedras del muro del Palacio Cusicancha, y también en Espinar fueron pintadas las fachadas del templo La Merced y de otros inmuebles coloniales. En Ollantaytambo, en la Alameda de las Cien Ventanas, cerca de la Plaza de Armas, se están construyendo, sin licencia, viviendas sobre muros y andenes incas.
Bajo este panorama, a pesar que constitucionalmente el Estado debe proteger el patrimonio cultural de la Nación (artículo 21°) no existen ni las adecuadas políticas públicas, ni la firme voluntad política de lograrlo. El Ministerio de Cultura presentó tardíamente (28 de enero) una “versión preliminar” de Lineamientos de Política Cultural 2013-2016 (ya pasó el primer trimestre sin aprobarse) en cuyo 5° lineamiento proyecta actualizar el catastro del patrimonio material, racionalizar su investigación, priorización, preservación y puesta en valor, sin embargo, no especifica cómo, ni con qué recursos ejecutaría esta titánica tarea, considerando que el presupuesto es ínfimo (menos de 1% del PBI) y que ni siquiera existe una ley de mecenazgo que, a través de donaciones, podría financiar proyectos y actividades culturales.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 23 de marzo de 2013