CONCESIONES DE ESCUELAS PÚBLICAS.
En las esferas gubernamentales se estaría cocinando entregar, en forma de “concesiones”, la “infraestructura educativa” del sector público a la “iniciativa privada”. Simultáneamente —a nuestro juicio— dentro del magisterio peruano, las dirigencias sindicales están haciendo “concesiones” a la división gremial. Este último punto lo trataremos en la próxima semana.
MARCO DE PRIVATIZACIÓN
En artículos anteriores (ver, por ejemplo lo escrito en este blog el 28 de setiembre 2013), hemos señalado —con cifras en la mano— cómo avanza de hecho la privatización de la educación peruana, también en el nivel de Básica Regular. El actual Gobierno no enderezó esta tendencia durante la gestión de Patricia Salas (recientemente nombrada representante del Perú ante la UNESCO).
¿El nuevo Ministro de Educación Jaime Saavedra mejorará la educación pública, revirtiendo su tendencia de privatización? Todo hace ver que no y más bien se buscaría iniciar la entrega de infraestructura educativa del sector público, a la “iniciativa privada”, suponiendo que así se ganaría en calidad educativa.
Hemos advertido que el Ministro Saavedra ingresó cuando ya se había aprobado el Presupuesto General de la República 2014, donde su antecesora había previsto trabajar en tres ejes: Aprendizaje / Docencia / Gestión. El nuevo Ministro agrega un cuarto eje: Infraestructura (ver nuestro blog del 2 de abril 2014).
Todo hace ver que hay ideas claras en la nueva autoridad del Sector Educación: Administrativamente, relativizar el crecimiento en el gasto corriente y acelerar los gastos de capital, fundamentalmente en infraestructura educativa; pero también buscar modernización educativa, mejorando en eficiencia y dando mayor cabida a la “iniciativa privada”. Cambios en la orientación estratégica de los aprendizajes no se vislumbran; por el contrario, se vienen postulando documentos de carácter pedagógico contradictorios en materia curricular (1), como lo reconoce también una consultoría externa elaborada para el Ministerio de Educación (2).
EL EJE INFRAESTRUCTURA
Un mejoramiento de la infraestructura educativa de veras es una necesidad. La gestión de Patricia Salas ya lo había previsto y, para ello, elaboró un diagnóstico exhaustivo sobre las condiciones en cada local escolar del país. Es a partir de este estudio que el nuevo Ministro Saavedra encara la situación. Evidentemente, cambiar la infraestructura educativa es parte de mejores condiciones de educabilidad. Por ello, es loable que —por fin— se dé una respuesta sistemática al problema.
Sin embargo, los cambios para acelerar los gastos en gestión e infraestructura están demorando. La reorientación no es fácil de implementar: ¡Culminando el mes de abril (27-04-2014), el Ministerio de Educación apenas había gastado el 21.8% de su Presupuesto, en una media aproximada del 5.5% al mes!
Es posible que el gasto en educación se acelere en los próximos meses, por las facilidades que se pueden dar desde el Ministerio de Economía y Finanzas, sector a cargo del poderoso Luis Miguel Castila. No olvidemos que el Ministro Saavedra fue llamado —para ocupar la cartera de Educación— por Castilla, según lo confesó públicamente el mismo Saavedra en entrevista publicada en el diario La República. Por ello, todo hace ver que hay mayor entendimiento en lo que debe hacerse en educación, según los planteamientos de Economía y Finanzas.
¿CONCESIONES COMO CABALLO DE TROYA?
Reiteramos, responder a los problemas de mejoramiento de la infraestructura educativa es algo muy significativo. Sin embargo, esto no puede descuidar lo central: Mejoramiento y reorientación de los aprendizajes en todos los niveles educativos, principalmente en la Educación Básica (Regular, Alternativa). No se trata de postular “logros de aprendizaje” en abstracto, sino orientados para proyectos de vida personales y del conjunto social. Pero tampoco, se trata de resolver problemas, asumiendo esto como pretexto para camuflar un proceso sistemático de avance en la privatización educativa.
Por lo dicho, nos hemos puesto en alerta, al tener información de una entrevista del Ministro de Economía y Finanzas a un periodista extranjero donde baraja la posibilidad de iniciar una política de concesiones en las escuelas públicas hacia la “iniciativa privada”.
En realidad, en el campo educativo, a nivel nacional ya hay experiencia de concesiones puntuales: de kioskos, de comedores, de seguridad y de limpieza. Ahora, se trataría de concesionar el mantenimiento de la infraestructura educativa y, obviamente, todo concesionario tiene un objetivo: el lucro. ¿Ollanta —el de la “Gran Transformación”— permitirá este comienzo de mayor agresividad privatizante en la escuela pública? ¿La comunidad educativa permitiremos que la “iniciativa privada” comience a lucrar abiertamente en la escuela pública, controlando al comienzo la infraestructura material de las escuelas, pero —desde allí— ganar espacios para el pleno control de la educación que prácticamente dejaría de ser pública?
En el Perú, Luis Bustamante Belaunde ya había señalado en 2006: “Si los recursos que el Estado gasta en mantener sus escuelas fueran manejados por agentes privados y con reglas razonables, los resultados serían más eficientes económicamente y de mejor calidad educativa” (3). Este tipo de “Asociación Pública-Privada” (APP) es una alternativa que viene siendo impulsada por profesores de la ESAN, principalmente para el área urbana, en la medida en que en el área rural no existe mucha rentabilidad (4). La concesión se puede iniciar en aspectos materiales de infraestructura, pero paulatinamente pasaría al control también en el campo curricular. Una manera poco descarada donde la “iniciativa privada” juega un rol de control de la educación pública, con la misma plata del Estado, es decir, de cada uno de nosotros los contribuyentes.
Dentro de América Latina, la propuesta se ha concretizado de manera puntual en Chile y en Colombia. En el primer país, la flamante Presidenta Bachelet ganó las elecciones enarbolando las banderas de una reforma educativa, que supere la privatización de la educación chilena (donde se incluyen también las concesiones). En Colombia, una experiencia puntual se encuentra en revisión en este primer semestre de 2014.
Esperemos que la propuesta sea planteada públicamente para poder analizarla con mayor precisión.
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(1) Mientras redactaba este documento corría la noticia de la renuncia del Viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas. De confirmarse este cambio, ¿ello tendría algo que ver con un menor peso en lo pedagógico o con una reorientación más profunda de pragmatismo educativo?
(2) CALDANI, Flavia y otros. Consultoría internacional: Estudio diagnóstico y propositivo sobre las necesidades de alineamiento entre los componentes del sistema curricular que se está elaborando en Perú. Lima, 24-08-2013.
(3) BUSTAMANTE BELAUNDE, Luis (2006). Educación y agua. Citado por Huerta y otros (ver nota siguiente)
(4) Ver HUERTA AMORETTI, Hernán, LEDESMA CALDERÓN, David y PAULET BOBBA, Jorge Luis (2008). Modelo de concesión de centros educativos
http://www.schiroque.blogspot.com/
La privatización principal Poner formalmente aspectos de la educación en manos privadas es la parte más “inofensiva” de la privatización. La verdadera y más nociva los gobiernos la aplican hace décadas mediante el simple expediente de robar el dinero presupuestal y bajar el nivel del servicio educativo a tal punto, que los padres de familia matriculan a sus hijos en escuelas privadas. Mediante este método, en Lima más del 60% de alumnos estudia en el sector privado. Obviamente, la calidad es baja en los centros educativos a los que la gente pobre envía a sus hijos. [Nota de Con nuestro Perú.] |
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