Por Ubaldo Tejada Guerrero*
Estamos llegando en el Perú, al momento de las grandes decisiones no solamente coyunturales, sino estructurales que rebasan el fenómeno electoral para elegir el Presidente de la República y los Congresistas el 2016, donde un alto porcentaje de ciudadanos, aproximadamente un 40% no sabe por quien votar o votaría posiblemente en blanco o viciado, lo que demuestra el síntoma de una población desilusionada de ofertas electorales incumplidas en el paraíso electoral del continuismo neoliberal.
El estado de agotamiento republicano del Perú, llega a consolidar un escenario, donde hacer la noble tarea de “ser políticos”, en una nación con más de 20 millones de electores tiene ciertas características: escaso interés en lo político, desconfianza en las ofertas electorales, información política mayormente manejado por grandes medios de comunicación, marginalidad de medios electrónicos (celular e internet), ausencia de iniciativas de mediano y largo plazo, convocatorias cerradas a compartimientos estancos (cúpulas), e ingentes derroche de dinero en las campañas electorales si saber su origen.
Han quedado fuera de la agenda de un Congreso devaluado las propuestas de reformas electorales y de la propia ley de partidos políticos que se resisten a ser transparentes con sus finanzas, sancionar a candidatos sentenciados por corrupción en perjuicio del Estado, narcotráfico, terrorismo y violación, voto preferencial, regulación para el acceso a los medios de comunicación, donde se han privatizado las mismas organizaciones políticas como dicen los congresistas: “Los partidos son autónomos y ninguna figura jurídica de derecho privado es controlado en su vida privada, porque los partidos no tiene patrimonio, y no hay nada que embargar”. Así que asistiremos a un menú electoral de candidatos mediocres y corruptos.
Es un imperativo que la ciudadanía exija debates centrales a los aspirantes a la Presidencia de la República, cuyos temas comiencen por su posición sobre la reforma del Estado, por que ello define sus posiciones ideológicas, el sistema previsional (pensiones), el modelo económico, la reforma electoral y de Partidos Políticos, la PEA informal, el rol de los medios de comunicación en su rol informador y no de manipulación o de práctica de la política como negocio.
Llegamos a comprender mejor la política, cuando analizamos la economía nacional peruana, donde gastamos más, pero no mejor, donde el Estado no promueve la competencia, sino el monopolio de las grandes transnacionales, no se corrige las distorsiones de un supuesto mercado, aumentando así la ausencia de equidad en la distribución de la riqueza. En resumen, un Estado que en los últimos 25 años sólo se ha dedicado a perfeccionar y sistematizar el modelo neoliberal, donde 3 de cada 10 familias están endeudadas y donde el 51% de los profesionales, laboran en áreas distintas en la que estudiaron, porque una verdadera revolución educativa en el Perú, no subleva, sino crea democracia real y ciudadanía plena.
El Presupuesto aprobado en el Congreso para el año 2,016, parece diseñado sólo para la promoción de los candidatos neoliberales: Keiko Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, César Acuña y Pedro Pablo Kuczsnsky. Esta ley tiene las siguientes características: termina de privatizar los bienes públicos, endeuda al país a favor de la plutocracia financiera, desnacionaliza las fuentes estratégicas (gas-petróleo), profundiza reprimarizar nuestra economía, recentraliza aproximadamente el 75% del presupuesto público en el Ministerio de Economía y Finanzas a favor de las grandes empresas privadas, debilitando el desarrollo de las regiones y poblados muy especialmente las del Perú profundo.
La pregunta clave en una situación de enfriamiento global es ¿Cómo hacer para recuperar tasas de crecimiento superiores al 5% o 6%, que nos permita generar empleo y reducir radicalmente la pobreza? Indudablemente que ello se inscribe dentro de una revolución permanente por la lucha por la descolonización de Latino América y el Caribe y la lucha por la nacionalización de nuestros recursos naturales.
Si el Congreso peruano ratifica el “Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica” (TPP), los medicamentos biológicos y de última generación van a mantener precios muy altos, producto del monopolio de la industria farmacéutica internacional. A ello podemos agregar una realidad que no se puede ocultar en el Perú: las Micro empresas (PYMEs), fundamentalmente familiares que representan el 99.5% de la economía nacional, donde si tomamos el PBI (2010-2014) que fue del 5.8%, el crecimiento de las PYMEs en el mismo periodo fue de 6.68%.
Veamos lo que ofrecen en el CADE de Paracas en diciembre 2,016, el frente de derechas en problemas como: Inseguridad ciudadana, informalidad, corrupción en el Poder Judicial, pequeña agricultura, agroexportación, y cumplimiento de metas hacia el Bicentenario Nacional. Iremos analizando.
*Analista