¿Hasta cuándo?

Juan José Garrido*

El programa Panorama, este domingo, presentó un informe sobre la reciente compra de los ahora famosos pasaportes biométricos. Entre Navidad y el fin de año, literalmente, adjudicaron una millonada a un consorcio mexicano-francés, en una extraña secuencia de eventos. La historia es increíble y merece una explicación pronta. Escudarse en la tercerización del proceso a una entidad extranjera —la OACI— solo traerá mayores problemas.

pasaporte electronico

El día 18 de diciembre, mientras muchos pensaban en las fiestas, un correo electrónico salió del Ministerio de Relaciones Exteriores solicitando la cotización de pasaportes biométricos, dando como fecha el 28 de diciembre. Imaginaron, supongo, que en 10 días (y considerando que de ellos 6 eran sábado, domingo o feriado) nadie cotizaría. Pero cotizaron 4 empresas. De ahí que el 23 cambiaran la solicitud, igual para el 28. ¿Y qué creen? Cotizaron todas con un precio menor al ganador. En resumen: nos hubiésemos ahorrado varios millones, pero por algún motivo extraño (ejemmm), se alinearon los astros, y bueno, otra vez perdió Perú.

Esto que parece raro, inédito y nauseabundo en otro lado es la norma en nuestro país. Eso es sabido. Por algo estamos en el puesto 117 sobre 140 economías en “gasto gubernamental innecesario”, un sofisma para decir “gastos que deben revisar la Contraloría y otros órganos de control”. No sé cuántas veces haya que repetirlo, pero sería bueno recordar que en el 2014 se adjudicaron, en cerca de 45 días, tres megaproyectos por un valor aproximado a los US$15,000 millones.

No sé ustedes, pero a mí no me gusta que mis impuestos vayan a pagarle el yate o el depa a un burócrata corrupto. Y menos aún cuando para llegar al poder nos venden la justicia social y los pobres siguen sin agua, desagüe, luz, carpetas, postas y carreteras.

Muchas cosas tienen que cambiar en este país; la primera, si me apuran, es la impunidad. Los asaltos en las esquinas nos preocupan, pero cuando se trata de fondos públicos, parece que no los sentimos.