Javier Lajo1
El "retraso" en la mal llamada "independencia" del Virreinato del Perú, fue natural porque este virreynato era —y lo sigue siendo en su modalidad de "colonialismo interno"— el país y la ciudad "de los reyes": Lima, la metrópoli que concentraba todo el poder colonial en Sud América, fue y seguirá siendo, el lugar que más tardará en deshacerse del lastre colonial. Tom Zuidema tiene una muy buena opinión al respecto.
Este célebre antropólogo, Tom Zuidema (fallecido hace muy poco), en una entrevista, hace más diez años, contestaba a las preguntas del exministro de Cultura Juan Ossio, así:
“Como holandés, descendiente de estudiosos coloniales, me parece, en cierto modo, que el Perú es un país colonial; hay gente de una cultura occidental que gobierna a pueblos completamente distintos, y si no se puede hacer de Lima 'una república independiente', entonces hay que resolver el problema de estudiar mejor la cultura fuera de Lima. Quizás esto es una contestación un poco simplificada y no muy científica pero me parece que llega más a las bases donde el problema es mucho mayor que en Ecuador y Bolivia. Y también, me parece casi imposible occidentalizar todo el país, como en Argentina. Creo que es mejor tomar una actitud a la manera de Suiza. De adaptarse al país y no adaptar todo el país a lo que es Lima”.
En esta declaración, Zuidema, les dice a “las minorías” de cultura occidental, que ejercen un gobierno de "colonialismo interno" de todo el Perú desde Lima, que lo mejor sería hacer de Lima una “república occidental independiente”, pero como esto “no se puede”, (creo que en realidad quiso decir “pero como el colonialismo no se puede dejar de ejercer”), será mejor que los criollos estudien bien a sus colonizados, porque el problema es mucho mayor que en Ecuador y Bolivia (periferia del colonialismo virreinal criollo, donde ya se han procesado recientemente "novedosas constituciones plurinacionales" por decir lo menos, para que los indígenas dejen de ser "bastardos" en su propia casa), porque -sigue Zuidema- “me parece casi imposible occidentalizar todo el país”. Más claro no canta un gallo, menos un gallo europeo experto en colonialismo.
Esto solamente sobre el primer párrafo del artículo de Hampe. Luego, trata de definir y explicar los papeles que jugaron el Inka Túpac Amaru, el traidor Mateo Pumacahua, (traidor porque el fracaso militar del Inka se debió a la confrontación con éste último y su apoyo a los colonialistas), dado que, según Hampe: "esto le dio un nuevo carácter étnico"; lo que ocasionó "la gran articulación y dimensión multiétnica", pero también "la radicalización de los indígenas...provocó que la dirigencia (sic) se apartara de las bases... y esto originó su colapso". Luego, y apoyándose en Basadre, dice que: "Esta rebelión (de haber continuado —claro— bajo esa misma "dirigencia" no-radical y criolla, y sin los desbordes "populares" que escaparon a "su capataz" el brigadier Pumacahua) habría desembocado en una república de espectro mucho más popular...", que la que finalmente se creó y que permanece hasta hoy.
Es decir, se trata de presentar la historia de una "dirigencia no-radical" que fracasa una y otra vez, hasta que consigue finalmente "su creatura no-radical" o no tan radical como la que podría haber sostenido la "dirección-radical" (y ¿multiétnica?) de un traidor a la causa Inka de Túpac Amaru y sí más bien fiel a "dirigentes-no radicales" que lo dejaron solo, en su afán explicable de "movilizar a los indios", no en dirección a sus motivaciones anticoloniales, sino a objetivos oscuros y conspiradores de esa "dirigencia-no radical" de criollos y mestizos como los Angulo y ...los del tacneño Antonio de Zela, que no aparece en las menciones de Hampe, pero que debería ser el primer mencionado, por que él dio definitivamente el primer "grito de rebelión" desde Tacna (para ese período), y por su clara militancia en las logias "románticas" que tal vez sean las que Hampe califica de "dirigencia" (¿criolla? y/o ¿mestiza?)... que conspiraban para la constitución de esa "república de gran articulación y dimensión multiétnica"?
Es decir, creo, que para llegar a un debate esclarecedor sobre el ADN que crea este engendro de su "republiqueta" de las minorías criollas de colonialismo interno, que es el actual Perú (con todo respeto y cariño, pero si no diagnosticamos bien, menos lo podremos sanar), debemos, en principio, no excluir a nadie, y en segundo lugar, el debate debe ser, leal, sincero, apasionado (porque se juega sobre mucha sangre y muerte) y, sobre todo, debe ser un debate-diagnóstico "multiétnico" y "radical"; y fundamentalmente se necesita poner todas las cartas sobre la mesa y no estar escondiendo, "consciente o inconscientemente", los roles y papeles que jugaron, tanto los personajes y las instituciones, que actuaron durante el proceso, sobre todo aquellas "dirigencias", que crean al Perú actual y que son los responsables de sus "grandezas y miserias" en el decir del Amauta Virgilio Roel Pineda (reciente y desgraciadamente finado), que es el único historiador que se ha atrevido a develar con firmeza los procesos que crean la patria peruana.
Pero falta mucho para acercarse a "la verdad de la milanesa", como dicen los chilenos, que fueron los que crearon y financiaron el "ejército libertador del Perú", con 40,000 soldados y 24 naves de guerra, la mayoría inglesas (hay que reconocer paternidades).
Esperamos comenzar el debate multiétnico y radical, en serio. Basta con estas líneas, para comenzar un debate no-conspirador.
(*) Comentario al artículo de Teodoro Hampe Martínez, en El Comercio 7-8-2014, p. A16. Desafortunadamente el notable historiador falleció en febrero de este año 2016.
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