Alfredo Palacios Dongo
El expresidente Ollanta Humala concluyó su período el día 28. En su último mensaje, sin siquiera ruborizarse, afirmó que “la foto del Perú ha cambiado para bien” sin embargo la situación real del país nos dice lo contrario. La inseguridad ciudadana se incrementó a niveles insostenibles y ni siquiera lideró el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, 90% de peruanos se siente inseguro en la calle y 59% en su casa, la tasa de homicidios aumentó de 5.4 a 7.2 por cada 100,000 personas, se registraron 13,000 conflictos sociales con 63 muertos y 1,935 heridos dejando 212 sin resolver. En corrupción estamos entre los 10 países más corruptos en conseguir sentencias judiciales favorables (WEF), nuestra producción anual de cocaína se incrementa (se calcula entre 340 y 400 TM), además, deja un hacinamiento carcelario de 44,000 reclusos (132%).
El crecimiento disminuyó de 6.5% a 3.26% por falta de inversión pública (1,000 obras paralizadas), inversión privada con tasas negativas (falta de expectativas e institucionalidad), caída extrema de exportaciones e industria contractiva, además, recibió un superávit fiscal de 2.3% y deja un déficit fiscal de -2.1%, también la inflación subió de 2.65% a 4.40%. En Institucionalidad hemos empeorado 21 puestos (WEF) y en institucionalidad laboral estamos rezagados, de 16 millones de trabajadores PEA, 11 millones son informales (80% jóvenes) como también 86.5% de las unidades productivas, además, deja una canasta básica que absorbe inequitativamente 32% del salario medio.
Aunque la pobreza disminuyó (27.82% a 21.77%) no mermaron las desigualdades sociales, de 7 millones de pobres 50% vive en áreas rurales, la anemia infantil aumentó de 41.6% a 43,5% (1 millón de niños anémicos), además deja 400,000 niños en desnutrición crónica y 26,000 pacientes anuales de TBC activa (6% infantil), también 4 millones de peruanos sin acceso a agua y 10 millones sin saneamiento. En salud ha fracasado la calidad del servicio e infraestructura, y en educación no se reduce la brecha en las zonas rurales y no mejora la formación de docentes, además, para ver si avanzamos debemos esperar los resultados de la prueba PISA 2015.
Bajo este panorama la falta de liderazgo de Humala, su informalidad, inacción, improvisación, y la intromisión e injerencia de su esposa en asuntos de gobierno, no le permitieron adoptar estrategias ni reformas políticas, económicas e institucionales para lograr sostenibilidad del crecimiento y desarrollo de nuestro país.
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