Por. David Auris Villegas. Escritor y pedagogo
Hoy, Día de la Mujer conmemorada a nivel universal; en contraste de mis colegas, quienes seguramente con justicia, rendirán tributos y loas los obvios triunfos y magníficos aportes de las mujeres en todos los campos a nivel mundial, ejerceré el articulista del diablo a riesgo de ser lanzado al lago de fuego, en un país que, por cavilar diferente a la mayoría, ser aguafiestas y enarbolar una incómoda verdad, somos acusados de incendiarios puestos a tiro de ballesta.
Las mujeres continúan batallando por sus derechos a ser libres y elegir su destino en regiones de África, Medio Oriente y América Latina, mientras algunas mujeres en Perú gracias a su inteligencia, han logrado un espacio en la política, liderando masas alcanzaron ejercer altos cargos que algunas sabotearon a muchas mujeres, generado clientelismo, abusaron de su poder traicionando a mansalva a quienes confiaron en las ánforas, insultando a la ciudadanía con un “discurso gansteril” que circula en internet, debido a un pobre empoderamiento ético y frágil patrimonio moral.
Keiko Fujimori, con apenas 18 años reemplazó a su madre en el cargo de Primera Dama hasta el desplome del gobierno corrupto de su padre hoy en prisión; educada en Boston y extrañamente sin ninguna propiedad a su nombre, fue congresista de la república y antes de cumplir 43 años fue dos veces candidata presidencial finalista que, sin haber alcanzado la máxima investidura nacional, manejaba a sus congresistas como rebaños a través de un chat ya público, acusada por presuntos actos de corrupción y lavado de activos provenientes de la empresa Odebrecht y falsos aportantes para su campaña, purga prisión preventiva.
Susana Villarán, ex candidata presidencial, fue alcaldesa de Lima y ex ministra de Estado y Alta Comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, graduada en la mejor universidad latinoamericana, purga prisión preventiva investigada por Lavado de activos y cohecho pasivo, bajo la hipótesis fiscal de haber recibido más de cinco millones de dólares de OAS y Odebrecht a cambio de beneficios en concesiones y proyectos.
La elegantísima y otrora todopoderosa ex primera Dama, Nadine Heredia, graduada en las mejoras universidades peruanas, al lado de su esposo, el ex presidente Humala, purgó prisión preventiva cerca de nueve meses y hoy con Comparecencia con Restricciones e impedimento de Salida del País, tuvo la desfachatez de negar públicamente su propia letra y ante la palpable evidencia aceptó; es acusada presuntamente por múltiples actos de corrupción, para quien la fiscalía solicita más de dieciséis años de prisión efectiva.
La tres veces congresista de la república y catalogada como una de las más hermosas políticas del Perú, Luciana León, quien creció a la sombra de su padre, Rómulo León a quién públicamente le llamó “rata” el ex presidente Alan García, afronta investigaciones sobre el caso, Los Intocables Ediles y es acusada de recibir supuesto dinero a cambio de gestionar o recomendar obras o proyectos e ingenuamente profanó del poder, utilizando a su seguridad personal para servicios domésticos, demostrando su extraña heredad de malas costumbres como puede verse en sus chats ahora públicos.
A pesar que hace falta 200 años para cerrar la brecha económica mundial entre hombres y mujeres según el informe del Banco Interamericano, existen una pléyade de mujeres lideresas alejadas del mundo mediático, desempeñan diferentes roles en la sociedad dignas de imitar y rendir tributo como las mujeres bárbaras de la época de Genghis Khan: exitosas madres solteras, magnificas emprendedoras, empresarias triunfantes, artistas originales, sublimes educadoras, amorosas madres de familia, amables servidoras públicas, laboriosas campesinas, escritores fantásticas, dedicadas estudiantes, quienes construyen con ética y amor un país llamado Perú para el mundo.
Finalmente, antes de ser engullido por los azotes de la crítica, recordando el viejo adagio, hay rasgos de virtud en las malvadas y hay rasgos de maldad en las virtuosas donde nadie es perfecta, concuerdo con Rigoberta Menchú, la importancia de fortalecer y empoderar la figura de la mujer a nivel planetario, e invocamos a las mujeres que han ganado espacios en los ámbitos: políticos, sociales, culturales, artísticos, deportivos, académicos y empresariales, convertirse en las nuevas influencer dispuestas a liderar esta generación pletórica de oportunidades como indica Yuval Harari.