Herbert Mujica Rojas
En momentos en que el coronavirus ha descubierto nuestras gravísimas falencias como Estado, nación, país, sociedad en todos los ámbitos, salud, legislación, economía, etc, etc, y más etcs., pretender que un bono de S/ 5 mil o más soles a favor de los excongresistas del parlamento fulminado, sea “legal” o “legítimo”, es una inolcultable idiotez. Del más alto nivel.
Hay ciudadanos que siendo parte de la masa más pobre del país no recibieron ¡ni un centavo! de la ayuda que otorgó el gobierno y a esta altura nadie conoce bien cómo hizo la lista la burocracia del Estado. Conozco personalmente a por lo menos 10 sujetos que antes del coronavirus eran vagos y vagas y ahora siguen siéndolo pero congratulados por un bono que otros sí requieren con urgencia premiosa.
A nadie escapa la sensación de repudio total que se ganó a pulso torpe y antipático el Congreso anterior. Cuando su disolución la gente se alegró porque los inquilinos precarios de Plaza Bolívar volvían a sus casas y dejarían de cobrar inmerecidamente sueldos muy altos y gozar de protocolos y honores inanes. Anacrónicas vacas sagradas y otros que sin tener siquiera la edad cronológica, eran también rémoras prematuras, fueron expulsados con el aliento del calor popular.
Por un simple gesto de solidaridad con el resto de peruanos no privilegiados ni integrantes de listas de cualquier corporación, los ex congresistas debieran de manera pública y con cargo en mesa de partes, reintegrar el cheque del bono que se pretende hacer pasar como legal. ¿Hasta cuándo es legal insultar a la pobreza mísera que padecen millones de peruanos?
Leí que el ex presidente del Congreso, el señor Olaechea, brama por lo reglamentario del obsequio. Hay momentos estelares en la vida en que dejar la estupidez en casa resulta de utilidad muy sabia. El es dueño de su incuestionable torpeza y orfandad solidaria.
Muy bien. ¿Y qué dice el resto de ex legiferantes? ¿Sólo Arce tuvo la integridad de dar a conocer el asunto de manera pública?
¡Hay que publicar los nombres y apellidos de quienes se hicieron cómplices, recibiendo y no declinando, el bono marrullero que premia a quienes NO necesitan absolutamente nada!
Ciertamente habrá que aplaudir a los que devuelvan la brasa caliente. Así como el castigo moral de repudio debe acompañar a los torpes e indolentes, la acción reparadora debe ser subrayada y sus protagonistas reconocidos por haber hecho lo correcto. Nada más.
Son momentos en que nuestras confundidas gentes adoran a falsos apóstoles y líderes de juguete. Y los trovadores que todo está de mal en peor, no faltan a troche y moche.
Modestamente creo que es el momento de inventarnos un nuevo país. Y de aniquilar a los adefesios que hace 35 o más años oscurecen los caminos por un Perú libre, justo y culto.
15.06.2020