Herbert Mujica Rojas
No pocos, con esperanza más bien entre nostálgica y absurda, se preguntan si ¿volveremos alguna vez a la normalidad? Esto significaría que antes de la pandemia del covid19, en Perú vivíamos un ambiente cotidiano en que todos estaban felices y contentos. Es probable que muchos se cuestionen con dureza ¿somos un país “normal”?
Arrancó el 2021 y en Colombia ya no hay camas UCI. En Chile ya apareció el brote de la nueva cepa que vino de Gran Bretaña. Perú está en la geografía que existe entre estas dos naciones. ¿Seremos una excepción al virus mortal? Lo cierto es que el confinamiento por 14 días para todos los que arriben, ya fue anunciado oficialmente.
Este año 2021 tendremos elecciones generales para la renovación del Congreso y de la accidentada presidencia de la República. Nuestra casta política está dentro de las más ignorantes, torpes y corruptas de toda la historia latinoamericana. Inquilinos precarios de Plaza Bolívar y Palacio, engordan con el tráfico de influencias, el robo con nombre y apellido vía licitaciones amañadas y compras sobrevaluadas de manera escandalosa.
¡Nunca pero nunca Perú volverá a ser el mismo!
La peste conmocionó todos los cimientos de nuestra muy endeble estructura social. En Salud estamos al nivel de los peores, en industria hay muy poco, en infraestructura de transportes, y para dar sólo un ejemplo abominable, los concesionarios del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la empresa Lima Airport Partners, LAP, pretenden dar largas, pretextos técnicos de por medio, a la construcción de la II pista del primer terminal aéreo ¡recién a partir del 2027!
Antes que muchos, decenios atrás, hace 200 años, la corrupción se enseñoreó en los puestos públicos y el aparato de gobierno siempre en manos de minúsculas pandillas que sólo anhelaron ganar para sí, en lugar de pensar en grande y en las eternas postergadas mayorías nacionales. Los mercaderes que hablan del bicentenario olvidan que al lado de esa postulación independentista también arribó el germen sempiterno del robo, la estafa, el cohecho, la picardía con presidentes, diputados, senadores, alcaldes y gobernadores.
Las operadoras telefónicas cobran caro por los servicios de internet, cable y teléfono. Pero saliendo de Lima y en la capital misma, la señal es mala y la velocidad pobrísima. ¿Por qué el Estado no obliga a invertir en repetidoras potentes en todo el país a estas empresas abusivas que no dan la talla, por ejemplo, para la educación remota?
Leí que las bolsas de plástico costarán S/ 0.30 c/u. ¡Qué interesante! Antes las tiendas daban bolsas más resistentes y que estaban incluidas en el costo y precio. Hoy hay que comprarlas y son más débiles, casi un adefesio. ¿De quién es este negocio en nombre de la protección del medio ambiente?
¿Dicen algo nuestros animales políticos? El bufón golpista, fronterizo por excelencia, sigue obteniendo eco con sus rebuznos e incoherencias. ¿Por qué la prensa escrita, radial y televisiva da tribuna a un palurdo y vulgar gnomo mental?
Estamos en el 2021. Es la génesis de un año de retos y desafíos. Sin partidos políticos, apenas rutinarios clubes electorales que colocan cuasi delincuentes en Plaza Bolívar, con una democracia boba y de urna que designa con mandato popular a ilustres desconocidos capaces de cualquier cosa. Desorganizados hasta la médula, Perú parece un país detenido en el tiempo, inepto para la lucha contemporánea y encima anegado de corrupción.
¿Volveremos alguna vez a la normalidad? ¡Nunca!
04.01.2021