Rosa Bronstein
 
Tel Aviv, 26 mar (Sputnik).- La pascua judía, recuerdo del éxodo de Egipto hacia la tierra de Canaán, se celebra estos días en Israel mientras las restricciones por la crisis sanitaria del covid-19 se relajan y las cuartas elecciones sin resultado concluyente en menos de dos años no traen ninguna tranquilidad.
 
 

pesaj U Maimonides

Universidad Maimónides

 

 
“El Pésaj o Pascua judía celebra la liberación del pueblo judío de su esclavitud en Egipto y la identificación de ese pueblo con una entidad libre y con una ley”, explicó el rabino David Gutel a Sputnik.
 
Durante la noche de este sábado las familias israelíes judías se sentarán a celebrar la cena llamada “seder”, en la que cada uno de los hitos del éxodo es recordado y se manifiesta en los alimentos festivos. El principal es el pan ácimo, que recuerda que al escapar de Egipto con prisas no hubo tiempo de fermentar la levadura.
 
Este año, este pueblo libre que escapó de las 10 plagas de Egipto y que las recuerda cada año, acaba de celebrar sus cuartas elecciones generales en menos de dos años y gran parte de la población está poniendo en cuestión si los fundamentos democráticos del sistema son respetados por parte del primer ministro más longevo del país, Benjamin Netanyahu.
 
ELECCIONES COMO CASTIGO
 
El derecho al voto, que debería ser un mecanismo normal en un sistema democrático que se ejerce cada cuatro años, en Israel se ejerce cada dos, o, como ha sucedido últimamente, cada 6 meses, “y yo ya estoy harta de votar”, dijo Amanda Shaul, nutricionista. “No parece que tenga sentido seguir haciéndolo, seguir gastando dinero del erario, ¡y mucho! y agotar a los ciudadanos si la gobernabilidad está estancada una vez tras otra. Parece un castigo”.
 
Netanyahu está encausado en tres casos, por corrupción, soborno y abuso de confianza, y muchos analistas apuntan a que el arrastrar al país de unas elecciones a otras lo beneficia para postergar su encuentro con la justicia o enfrentarlo desde la residencia del primer ministro, en lugar de desde otro sitio menos privilegiado.
 
En los comicios celebrados este martes, los resultados indican que el partido Likud de Netanyahu, si bien sigue siendo el más votado, no alcanza la mayoría parlamentaria ni junto con sus socios de derechas como para formar gobierno. Por ahora. De modo que la agitación en busca de coaliciones, tanto del bando político pro Netanyahu como del anti Netanyahu, tienen puesta la quinta marcha.
 
CORONAVIRUS
 
Estas han sido las segundas elecciones por las que pasa Israel durante la crisis sanitaria del covid-19, lo cual supone una logística más complicada y aún más cara que la normal.
 
Con la diferencia de que en esta convocatoria las autoridades sanitarias dicen que probablemente el país ya ha dejado atrás lo peor del coronavirus.
 
Con más de la mitad de la población israelí vacunada el número de contagios y muertes va en descenso. El número básico de reproducción, que es la media de contagios por persona portadora, está este viernes en 0.59. Cualquier número por debajo de 1 significa que el brote está en retroceso.
 
Así, las medidas de prevención se han relajado, después de que el país permaneciese en confinamiento más o menos estricto durante un año completo.
 
“Mi hijo no ha ido al colegio durante un año”, compartió Jaim, padre de un niño de 10 años y tatuador. “Es chocante verlo así: él no pisó la escuela y yo no he trabajado casi el mismo tiempo. Una catástrofe”.
 
Sin embargo, este viernes, con la vuelta a cierta normalidad y la imposición del programa de “pasaportes verdes” que permite que todos sus titulares vacunados puedan entrar en cines, centros comerciales, restaurantes, teatros y hasta eventos deportivos, las cosas han cambiado mucho.
 
Los supermercados y centros comerciales están a rebosar en todo el país, según informó la radio pública, porque los israelíes han ido en tropel a comparar provisiones para la fiesta que comienza el sábado.
 
“Este año el Pésaj va a ser muy diferente al del año pasado, afortunadamente”, señaló el rabino Gutel. “Porque el año pasado solo podía juntarse la familia nuclear, en cambio este año está permitido juntarse hasta 20 personas en interior y 50 en exterior, respetando las normas sanitarias, y eso es muy importante en esta fiesta tan señalada del pueblo judío, que los seres queridos estén unidos”, agregó.