Hubo una vez en que un conjunto de mujeres tomaron valor y enfrentaron a sus acosadores, en uno de los mayores escándalos del deporte en los Estados Unidos, el del médico de las gimnastas olímpicas Lawrence (Larry ) Gerard Nassa, con una historia de ser un abusador sexual serial con más de 20 años de impunidad. Fue condenado por abusar sexualmente de cientos de niñas y mujeres, las que hablaron públicamente en su juicio. La jueza Rosemarie Aquilina manifestó “Es mi honor y privilegio poder condenarte”. Al dictar su sentencia dijo: “Acabo de firmar tu sentencia de muerte” la condena fue entre 40 y 175 años de prisión en 2018; previamente se había declarado culpable por cargos federales de pornografía infantil y se le sentenció a 60 años de prisión en 2017 .
El actor y comediante Bill Cosby el “American Dad”, acusado por más de 60 mujeres entre 1960 y 2000, se acogió a la Quinta enmienda de la Constitución Estadounidense, la que permite a cualquier individuo el derecho de no testificar si sus palabras pueden ser utilizadas para perjudicarlo, vale decir, para autoincriminarse en un delito, tuvo una sentencia entre 3 a 10 años en 2018. Fue declarado culpable de drogar y abusar sexualmente solamente en un caso, ya que los demás casos habían prescrito. Los cargos fueron penetración sin consentimiento mientras se está inconciente y tras el suministro de un estupefaciente, lo que les impedía resistirse o dar su consentimiento. Tras casi 3 años de estar preso, un tribunal anuló su sentencia por un acuerdo previo existente entre las partes, por el que el fiscal que presentó su caso estaba obligado a no formular cargos bajo un acuerdo con su predecesor, al incumplir una promesa aparente de no enjuiciarlo. Por este tecnicismo su sentencia fue anulada, lo que no significa que Cosby no cometió tales delitos. Hoy Cosby tiene 83 años, está en libertad y ha sido declarado legalmente ciego.
Siguió Harvey Weinstein, el famoso y poderoso productor de cine de Hollywood. En 2020 fue declarado culpable de un acto sexual criminal en primer grado (sexo oral forzado) y de violación en tercer grado (sin consentimiento expreso). En el juicio participaron más de 80 mujeres, además de artistas famosas. El negó “cualquier sexo no consentido”. La jueza de la Corte Suprema de Nueva York lo condenó a 23 años de prisión. El movimiento social de mujeres “Me Too”, “Yo También”, promovió la denuncia de situaciones de acoso y abuso sexual a nivel mundial. En la actualidad en los Ángeles, California continua enfrentando nuevas acusaciones de violación y abuso sexual. Cabe resaltar que el Sistema legal de Estados Unidos permite que un sentenciado pueda ser juzgado por los delitos que ha cometido en diversos estados o jurisdicciones, es decir, de ser declarado culpable primero debería cumplir su primera pena y consecuentemente cumplir su segunda pena. Él en la actualidad tiene 69 años.
De seguro podremos seguir escribiendo de más casos, más adelante, pero debemos tener en cuenta de algo que no se escribe, las huellas mentales y emocionales en las mujeres las que son condenadas a cargar con esa experiencia para siempre, lo que sin refutación afecta su Salud Mental. Está claro que ellas no sólo sufrieron abusos sexuales sino también verbales, físicos y psicológicos y que ningún tipo de pena hacia los acusados o sentenciados repara la vida de las victimas que llevaran hasta su muerte .
Sólo espero que usted pueda reflexionar sobre el acoso y el abuso sexual ya que tiene una madre, una abuela, una hermana, una hija, una tía, una prima, una sobrina, espero que pueda.
A mi manera.
Juan Carlos Valderrama.