El discreto encanto de los chuponeadores: a propósito de Business Track


Por Juan Sheput


Nos gustaría creerle a los voceros del gobierno de Alan García respecto a que no tienen nada que ver en la interceptación teléfonica practicada a militares de Chile y Ecuador. Como se sabe, de acuerdo a versiones de “Caretas” y “La República” "en los discos duros de la empresa BTR, cuyo gerente general es el marino en situación de retiro Manuel Ponce Feijóo, se hallaron correos electrónicos interceptados a militares chilenos y ecuatorianos".


La información, desde nuestro punto de vista, tiene todo el aroma de los psicosociales que pone en escena este gobierno. Un escándalo de "chuponeo" contra chilenos y ecuatorianos servirá para que nos olvidemos de individuos como Carlos Arana y el uso clientelista de los programas sociales, que pasemos por alto los decretos de urgencia antesala del gran faenón, para que la despistada comunidad cierre filas contra los enemigos del norte y del sur y, finalmente, para que se desvíe la atención del principal de los problemas del segundo alanismo: la gigantesca corrupción.

Nos gustaría creerle al gobierno de García y a su Canciller pero no podemos. No podemos porque la falta de transparencia y la falta de escrúpulos para entorpecer las investigaciones referentes a los petroaudios y por tanto las víctimas de los chuponeos, han venido de los más altos niveles del gobierno.

Así que por ello creemos que estamos nuevamente viendo el nacimiento de otro burdo psicosocial en el cual han caido ingenuamente chilenos y ecuatorianos. Lo de Business Track es otra cortina que ya pasará.

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