Por: David Auris Villegas
Internacionalizar a la educación superior, forja calidad educativa, desarrollando libertad y talento personal, empoderándonos con habilidades blandas y científicas, hacia la convivencia intercultural y tecnológica, en sociedades innovadoras de cambios paradigmáticos, aspirando una armoniosa globalización en época del cerebro.
El feroz comercio, produjo esta globalización y megatendencias: ciencias de la vida, inteligencia artificial y superconsumismo que impactan en la sociedad, centrada en la economía del conocimiento e innovación, provocando inequidad global, brechas tecnológicas y diferencias culturales, siendo la internacionalización de la educación superior, una respuesta educativa a estos problemas mundiales.
Para Claudio Rama, la internacionalización de la educación superior, es de baja intensidad, pero, genera libertad y cooperación armoniosa entre instituciones del mundo, educando al ciudadano y profesional global según Hans de Wit. Abre espacios de convivencia intercultural y transferencia tecnológica, para afrontar con éxito, problemas que afectan al planeta. Consciente del fenómeno, la Unesco, Erasmus mundus, diversas fundaciones y cuantiosas becas mundiales impulsan esta movilidad planetaria y Perú, acaba inaugurar la oficina de internacionalización en el Ministerio de Educación.
Para internacionalizarnos, el ecosistema de la educación superior peruana, debe estar dotado de elevado presupuesto y ejercer la gobernanza libre con responsabilidad legal, liderada por expertos de mente emprendedora, libertad de decisión y capacidad de plantear políticas de internacionalización sostenida, empezando por casa dice Sylvie Didou y firmemos convenios de cooperación tecnológica y cultural, con universidades extranjeras rankeadas, sugiere Jamil Salmi.
Masifiquemos la página web institucional monolingüe al bilingüe, si pretendemos hacer notar que existimos, como vienen haciendo dos universidades peruanas. Además, perfilemos un currículo equitativo, bilingüe, científico, empático y universal, capaz de atraer a extranjeros. Los docentes y estudiantes, ejerciendo su rol protagónico, deben asumir el desafío de producir contenidos de alto impacto mundial, a través de investigaciones en redes nacionales e internacionales, generando patentes y viajes académicos, para lograr visibilidad en repositorios mundiales.
Internacionalizarnos, significa trabajar nuestra mente para producir, liberarnos y transferir conocimientos científicos, generando aporte y desplazamiento mundial, de lo contrario, será un discurso romántico y, continuaremos liderando la lista de países consumidores, echando a voluntad divina, nuestra sobrevivencia ante la embestida de países desarrollados.
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© David Auris Villegas. Escritor, columnista y pedagogo peruano.