Por Juan Sheput
Jorge Mufarech ha denunciado al blogger José Alejandro Godoy en una demostración de prepotencia que merece todo nuestro rechazo. No se tendrán los millones que pueden tener algunos pero sí tenemos millones de razones para defender el derecho a la crítica, el derecho a la opinión, el derecho a expresar lo que sentimos que hoy son vulnerados en la persona de José Alejandro Godoy.
Un millón de dólares es el monto de la denuncia. Como si el honor tuviera precio. Una persona interesada en aclarar da la cara y debate, convence no denuncia. El extremo judicial, en casos como estos, es propio de los que no tienen la razón y lo que buscan es intimidar, sobre todo en países como el Perú de los tiempos de Alan García donde las decisiones del Poder Judicial dependen no del derecho y la jurisprudencia sino del Juez que te toque.
Esta denuncia se hace en medio del debate alrededor de la Ley de la Mordaza. Y en política no existen coinicidencias. Aquí hay una relación directa entre el APRA y Jorge Mufarech, entre el proyecto de Ley y la denuncia.
José Vargas, vocero de la bancada aprista no es primera vez que actúa como brazo político de terceros. Ya antes lo hizo en la Comisión de Acusaciones Constitucionales. Analicemos.
El APRA logra lo que quiere en el Congreso y se sabe manejar con astucia y doblez. José Vargas, encargado de "investigar" a Fernando Rospigliosi concluye que la acusación contra Fernando se debe archivar, no procede, así queda bien el APRA. Pero luego la Comisión Permanente decide que procede la acusación, y así termina el asunto con Fernando Rospigliosi acusado. Se logra el objetivo. No interesa el resultado del primer tiempo sino el del pitazo final ¿Quién hizo la acusación? El ex congresista Jorge Mufarech. Pienso así... luego existo.
Ahora tenemos la presentación del proyecto de ley llamado Ley de la Mordaza. Lo defienden con ardor Mercedes Cabanillas y José Vargas. Casi en paralelo es acusado José Alejandro Godoy por Jorge Mufarech. En política no existen las coincidencias: aquí hay causalidades.
La libertad de expresión está en juego. Por ello esta denuncia contra el blogger Godoy no debe pasar desapercibida ni vista con ojos de indiferencia.
Desde aquí nuestro sincero apoyo y solidaridad con José Alejandro Godoy.
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