Herbert Mujica Rojas

Iván Izquierdo Elliot, analista y estudioso, comenta en torno al tan común fenómeno de la pobreza, cita textos de lectura, ofrece reflexiones de aguda percepción.

 

nino indigente

“Uno de cada ocho norteamericanos es pobre; pero uno de cada tres peruanos también lo es. En el país más rico del mundo y en un país del tercer mundo como el Perú, resulta igualmente vergonzoso.

En ambas sociedades la pobreza trata de ser invisibilizada, ocultada, negada; se pretende culpar el pobre por su condición; aparecen reflexiones falaces del tipo “enseña a pescar en vez de recibir” y pensamientos similares; ante el grotesco espectáculo de la pobreza desconectamos nuestra capacidad de empatía”.

“La clase dominante, la clase media, aquellos que gozan de los privilegios del acceso a los medios de comunicación, a las redes sociales, a la salud, a la alimentación mínima, a una red tribal que los sustenta suelen perder empatía con ese “tercero”, ese otro ser humano, desposeído, hambriento e ignorante —“es su propia culpa”— repiten los más cínicos”, subraya Izquierdo.

Preguntas simples

¿Sabes lo que es vivir en la pobreza, sentir la desesperación del presente, el hambre permanente y la ausencia de alternativas?, inquiere Izquierdo.

Iván Izquierdo cita a Matthew Desmond, ganador del premio Pulitzer que nos ofrece una descripción de primera mano, de los efectos nocivos de la vida en la pobreza y sus efectos sobre los individuos, (Poverty, by America. 2023)

“La pobreza es la disminución de la vida y de la personalidad. Cambia tu forma de pensar y te impide desarrollar todo tu potencial. Reduce la energía mental que puedes dedicar a las decisiones, lo que te obliga a concentrarte en el último factor estresante (una factura de gas atrasada, un trabajo perdido) a expensas de todo lo demás.

Cuando alguien es asesinado a tiros, los niños que viven en esa cuadra obtienen resultados mucho peores en las pruebas cognitivas en los días posteriores al asesinato. La violencia se apodera de sus mentes. El tiempo pasa y el efecto se desvanece hasta que alguien más cae.

La pobreza puede hacer que cualquiera tome decisiones que parecen desacertadas e incluso, francamente estúpidas, para aquellos de nosotros que no nos molesta la escasez.”

Durezas en la vida

Reflexiona Izquierdo: “la vida es dura para todos, nos obliga a tomar decisiones permanentemente y de ellas dependerá nuestro futuro y el de las familias. Pero, como indica Desmond, la pobreza produce cambios fisiológicos que disminuyen esa capacidad de decisión de la que depende la supervivencia”.

Adicionalmente, Desmond nos interroga a través una situación muy común para los que hemos tenido la desgracia de atravesar por una enfermedad grave o la de un familiar:

“¿Alguna vez te has sentado en la sala de espera de un hospital, mirando el reloj y orando por buenas noticias? Estás ahí, encerrado en la emergencia actual, al lado de la cual todas las demás preocupaciones y responsabilidades se sienten (y son) triviales. Esa experiencia es algo así como vivir en la pobreza.”

Escasez de opciones

Ante una enfermedad y la pobreza, las alternativas de vida disminuyen, las opciones se vuelven aún más escasas, es el momento de las oraciones y plegarias metafísicas que, por problemas que la mente pierde la capacidad de procesar, añade Izquierdo, según Matthew:

“La pobreza es a menudo escasez material, apilada sobre el dolor crónico, apilada sobre el encarcelamiento, apilada sobre la depresión, apilada sobre la adicción, y así sucesivamente. La pobreza no es una línea. Es un apretado nudo de males sociales. Está conectado con todos los problemas sociales que nos preocupan —el crimen, la salud, la educación, la vivienda— y su persistencia en la vida estadounidense significa que a millones de familias se les niega la seguridad y la dignidad en una de las naciones más ricas de la historia del mundo. ”

Conclusiones

Iván Izquierdo finaliza y afirma: “la pobreza afecta la mente de quienes la padecen, en resumen, estupidiza; Si a esto sumamos una mala alimentación, la incidencia de la anemia que afecta a casi la mitad de los peruanos y que produce perniciosos efectos sobre el desarrollo mental y de las capacidades cognitivas de los niños, es fácil deducir que será uno de los factores que alimenta el resentimiento, la incapacidad y la violencia generalizada.

La pobreza es la materia prima de una sociedad en la que la vida se convierte en un perverso juego por la supervivencia”.

05.06.2024

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Señal de Alerta

 

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