Por Alfredo Palacios Dongo
En el último Informe de Competitividad 2017-2018 presentado por el Foro Económico Mundial (WEF), que evalúa los factores que fomentan la productividad y el crecimiento de 137 países del mundo, nuestro país retrocedió 5 posiciones (del 67.° al 72.°) respecto al anterior 2015-2016, pero lo más preocupante es que de los 12 pilares del índice, el mayor retroceso se ha presentado en institucionalidad (10 puestos, del 106.° al 116.°), este pilar, el primero y uno de los más importantes del informe, es analizado en 21 variables, y en más de la mitad ocupamos los últimos puestos, entre ellos: carga de regulación gubernamental (puesto 131.° entre 137.°), fiabilidad de los servicios policiales (130.°), crimen organizado (12.9°), eficiencia del marco legal en solución de controversias (129.°), confianza en los políticos (126.°), costos del crimen y violencia (122°), comportamiento ético de las empresas (121.°), desvío de fondos públicos (118.°), favoritismo en decisiones de funcionarios del gobierno (114.°), derechos de propiedad (109.°), independencia judicial (106.°), eficiencia del gasto público (104.°).