¡Que la Iglesia pague impuestos!
¡Que la Iglesia pague impuestos!
por Herbert Mujica Rojas
He tratado, años atrás, personalmente, a la hoy ministra Susana Pinilla. Es sumamente bella, culta, políglota, fácil de palabra, ágil de ideas. ¿Qué puede haberle ocurrido como para proponer que la Iglesia se entrometa, una vez más, en un reparto de canastas de alimentos que se hace de madrugada desde su ministerio? Es probable que tanta exposición mediática, haber pasado a tercer o cuarto plano en su carrera presidencial, desplazada por otra de sus colegas en el mismo gabinete, hayan mellado las virtudes de Susana. No de otro modo se explica la desbarrancada ostentosa y sin atenuantes que exhibe la titular del portafolio de la Mujer.