Informalidad y desidia extrema
Por Alfredo Palacios Dongo
La tragedia ocurrida el pasado día 28 en el precario centro de rehabilitación “Cristo es Amor”, en el distrito de San Juan de Lurigancho, además del hondo dolor por la muerte de 27 jóvenes, ha demostrado informalidad extrema; allí vivían 80 adictos hacinados y en condiciones deplorables e infrahumanas, el local había sido clausurado en dos oportunidades por carecer de condiciones mínimas para funcionar, no contaba con programa de readaptación ni profesionales, y por S/. 150 mensuales (US$ 56) ofrecían la total rehabilitación por medio de la fe y la oración, sin embargo, prevalecía el pobre respeto a la vida humana, el encierro y el maltrato.