¡Masacrando al mataburro!
por Herbert Mujica Rojas
Hay, en los días que corren —y con más propiedad, desde hace largos lustros— matachines infames que fungen de periodistas o comunicadores en todos los medios. Meses atrás oí la proclamación de “novedades nuevas” a una locutora de canal de cable y acabo de leer que “votaban” —por expulsar a alguien— en lugar de botaban y “sobretodo”, por dos palabras que significan otra cosa: sobre todo. Hay razones múltiples, pues, para entender por causa de qué el castellano anda de huelga forzada en el amplio espectro de la sociedad peruana. Aunque el fenómeno, tal como me lo contó una ciudadana ibérica, no es privativo de la América Morena: ¡en la mismísima España, el envilecimiento del idioma es moneda común y frecuente!