Los rebaños de bovinos se acomodan siempre de norte a sur, todos con la cabeza en la misma dirección cuando pacen, descansan y se desplazan, según observaciones satelitales realizadas en todo el mundo en 308 manadas.
El estudio sugiere que estos animales se orientan siguiendo el magnetismo terrestre, como explica Hynek Burda, biólogo de la universidad alemana de Duisburg-Essen, el cual fue publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Los ganaderos siempre habían advertido que estas reses se alinean siempre en la misma dirección y se pensaba que se trataba de la influencia de la luz solar, pero los científicos han descartado esta razón, porque no hay variación según las horas.
Después de analizar la posición de más de ocho mil reses, así como sus huellas en la nieve, se estableció que en promedio se colocan unos cinco grados fuera del norte o sur geográficos.
Un análisis más exhaustivo reveló que cuando el ganado está en zonas donde el ángulo entre los polos magnéticos y geográficos difieren más, esto es, en latitudes extremas y la geología crea campos más fuertes, las vacas se ubican la orientación geomagnética antes que en la geográfica.
Todavía no está clara la razón de este comportamiento, que resulta extraño, pues sólo se había observado en aves e insectos.