Vientos solares en su nivel más bajo en 50 años
Imagen: NASA.
Los vientos solares están en su nivel más bajo en los últimos 50 años, según informa la NASA, a partir de las observaciones realizadas con la sonda espacial Ulysses, lanzada en 1990.
Los vientos solares son corrientes cargadas de partículas (plasma) que son expulsadas de la alta atmósfera solar. Se componen, casi en su totalidad, de electrones y protones con energías alrededor de 1 keV. Las partículas escapan de la gravedad solar, en parte, a causa de las altas temperaturas de la corona solar; también como consecuencia de la energía kinética acumulada por las partículas.
En física, plasma es un gas ionizado en el cual una parte de los electrones están libres en lugar de estar supeditados a un átomo o molécula. El plasma es conductivo por la capacidad de las cargas negativas y positivas de moverse de forma independiente, de modo que responde fuertemente a los campos magnéticos. Las propiedades del plasma son muy distintas a las de los sólidos, líquidos o gases y se le considera un estado distinto de la materia. Normalmente toma la forma de una especie de nube de gas.
El Ulysses ha mostrado que las corrientes cargadas de partículas subatómicas emitidas por la alta atmósfera solar han disminuido en un 20% desde la década de 1990. La caída aumentará la cantidad de radiación cósmica en el interior del sistema solar.
La disminución de la presión desde los vientos solares desinfla la heliósfera*, que es la gran burbuja magnética que envuelve al sistema solar. A su vez, esta disminución de la presión ocasionará que electrones y protones con más energía penetren en nuestro sistema solar desde el espacio interestelar.
Aunque los astronautas podrían estar expuestos a mayores cantidades de radiación, no hay peligro para la Tierra, porque ésta tiene su propio campo magnético que desvía estas partículas.
Cuando los vientos solares son fuertes pueden ocasionar desperfectos en los satélites y sistemas de comunicación de la Tierra.
La caída en el nivel del viento solar permite a los investigadores observar el Sol en diversas circunstancias, lo cual les otorgará una mayor comprensión de los orígenes de los vientos solares y su relación con el campo magnético. La heliósfera es el laboratorio de estos especialistas.
* La heliósfera es una burbuja en el espacio “soplada” en el medio interestelar (gas de hidrógeno y helio en las galaxias) por el viento solar. Aunque los átomos neutros del espacio interestelar pueden penetrar a la burbuja, prácticamente todo el material de la heliósfera proviene del Sol.