Alonso Mujica Troncoso*
Desde los inicios de Timov, en el 2014, me he dedicado investigar, aprender, reaprender y relacionarme con distintos temas, ámbitos y actores de los “ecosistemas” emprendedor y tecnológico del Perú y de algunos otros países. Nótese que hablo de dos ecosistemas entre comillas, pues desde mi análisis el emprendimiento y la tecnología son partes de diferentes y no necesariamente se complementan o trabajan juntas o forman un ecosistema.
Explicar la realidad de los “ecosistemas” en Perú es difícil, porque habría que ahondar mucho dado que el conocimiento de lo que sucede localmente es muy limitado. Con suerte, los medios masivos cubren con algo de profundidad los temas, aunque muchas veces lo hacen más con miras de llenar una publicación que de informar correctamente. Entonces, y a raíz de algunas experiencias vividas en carne propia, me tomo la licencia de hacer un paralelo con una materia que despierta las pasiones de millones de peruanos y que aparentemente todos conocen o entienden algo (a diferencia de nuestro “ecosistema”): el fútbol.
1. A la prensa le encanta vender humo y luego aniquilarte: Perú hace una excelente campaña en la Copa América y todos los diarios ya nos dan como fijos en Rusia 2018. Al cabo de unos meses, comenzamos a pasarla mal en las eliminatorias y salen los temas de siempre “borrachos”, “juergueros”, “indisciplinados”, “no la sudan por su país”, “Gareca se debe ir” y demás. Si te va bien están contigo y si te va mal, la puñalada cae por la espalda.
2. Nos quejamos de que no hay talento (o que hay muy poco): en nuestro país seguimos hablando del Mundial del 82, de la gira europea de Perú en Europa, de los golazos de Cubillas y los malabares del “Cholo” Sotil en el Barcelona. Sin embargo, desde esas gloriosas generaciones de deportistas, el país no ha logrado replicar nunca una selección con esos logros. Y no es que no haya habido talento porque hubo peruanos que si lograron muchas cosas en sus carreras individuales.
3. No hay respeto alguno por los procesos de largo aliento: si revisas la continuidad de los técnicos y sus respectivos comandos de los últimos años, tanto en las selecciones mayores como en las menores, verás que ninguno estuvo al frente de un proceso por más de cinco años. Desde hace mucho tiempo – y quizás nunca – ha habido un proceso de largo plazo con un plan para ejecutar durante los próximos 20 años que implique desarrollar talento joven, reformular las instituciones y demás medidas indispensables para cambiar la realidad (y ver los frutos de acá a mucho tiempo).
¿Qué tiene que ver esto con nuestra realidad a nivel de emprendimiento y/o tecnología?
Para cada punto, su respectivo paralelo:
1. Cada concurso ganado, cada millón (o miles de dólares) de financiamiento obtenidos, cada premiación o convocatoria nueva, cada 64 millones de soles invertidos en premiar nuevas camadas de emprendedores, cada evento y demás son sinónimos de “x” cantidad de titulares. ¿Y después? ¿Cuántos se preocuparon de ver qué es lo que pasa con todas esas empresas al cabo de los concursos, premiaciones, financiamientos?. ¿Cuántos se preocupan de ver qué pasa dentro?. ¿Los programas son buenos?. ¿Los manejan gente con experiencia?. ¿Qué resultados obtienen?. Recuerdo incluso el caso de una “startup” que se quería comer a Facebook y ahora tiene unas oficinas abandonadas en Manuel Olguín en Surco. Está bien expender diarios, generar visitas a sus sitios web para vender publicidad online y demás… pero para que el tema crezca de manera contundente, es indispensable un tratamiento serio y profesional de la información. Muchos dejan demasiado que desear… En pocas palabras, nos vendemos como la Alemania campeona del mundo, pero somos el Perú que no clasifica hace más de 30 años.
2. “¡No hay desarrolladores”, “¡No hay buenos emprendedores!”, “Estos inversionistas solo saben invertir en casas y minas, nadie sabe de tecnología” y demás afirmaciones son comunes en nuestro querido país (o bueno la verdad en Lima). Todo el mundo parece tener infinita capacidad de quejarse y de criticar lo que no hay. Ninguna de estas personas que habla parece tener la forma de hacer algo para resolverlo. ¿De qué nos sirve un diagnóstico, si no se puede curar la enfermedad?. ¿Cuántos proyectos serios y comprometidos existen para desarrollar talento en tecnología en el Perú?. ¿Cuántos se están preocupando de que hayan más facultades de tecnología e ingeniería en las universidades?. ¿Sabían que los ingenieros de Sistemas en su mayoría no saben desarrollar sino administrar?. ¿Sabían que las universidades enseñan tecnologías obsoletas a sus alumnos?. ¿Cuántos se han preocupado que las universidades cambien sus cursos sobre negocios o empresariado e incluyan temas sobre tecnología y gestión de la información?. ¡Es muy fácil quejarse!. Pero ¿quién está haciendo algo al respecto?
3. ¿Cuántos procesos de largo plazo se están ejecutando en el país para cambiar esta realidad?. ¿Cuántas reformas institucionales se harán en los próximos años, tanto en el ámbito público como el privado?. ¿Cuántos de los principales candidatos a la presidencia están tocando estos temas en sus agendas?. Basta con ver algo sobre PPK o Acuña, Alan o Keiko para constatar que el tema está en pañales todavía… A diferencia del fútbol, no es que no haya respeto por los procesos de largo plazo… Prácticamente no hay procesos de largo aliento. ¿De qué nos sirve seguir metiendo plata en el equipo actual si no tenemos jugadores de calidad?. Y si tenemos algunos, son bienvenidos a levantar la mano y empezar a construir más de ustedes con nosotros.
Entonces, ¿qué nos queda?. Esperar a que salga la próxima generación de superdotados que nos ponga en el “mundial” o ¿deberíamos estar haciendo un trabajo serio para transformar la realidad del Perú en los próximos 20 años?. ¿Por qué tenemos que esperar a que alguien más haga algo?.
¿Vamos a esperar que salga un Mark Zuckerberg peruano?. ¿Si Zuck o Jobs nacían acá podrían haber logrado construir tamañas compañías en tecnología?
Mi opinión personal es que sin una apuesta seria y de muy largo aliento por desarrollar talento estamos embrollados, y esa apuesta y trabajo serio deben comprarla todos: políticos, prensa, educación (privada y estatal), empresariado y la juventud – que en menos de diez años tomará las riendas del país-. Es hora que la gente que dice ser diferente en Perú, emprendedores y tecnólogos, se pongan a trabajar no solamente por sus emprendimientos, sino por impulsar al Perú como un mejor lugar para hacerlo y para ello es imprescindible que todos los actores, desde sus trincheras, hagan una auto-reflexión y se pregunten: ¿Lo que hago, contribuye con valor o es solo humo?. ¿Cómo puedo dar el mayor valor posible al ecosistema con los recursos que tengo?
Desde Timov nos hacemos esta pregunta y esperamos aumentar el valor que aportamos al ecosistema día a día. No somos perfectos, pero queremos ser mejores cada día. Invitamos a cada uno de ustedes a pensar cómo puede aportar y a ignorar a los que no aportan. Solo con un esfuerzo conjunto se logrará sacar adelante al Perú como una nación capaz de agregar valor en tecnología.
Te invito a leer otros artículos relacionados a talento y tecnología:
1. ¿Por qué un ecosistema sin hackers está destinado al fracaso?
Agradecimientos especiales a Jorge Jaime y Amadeus Malca quienes leyeron versiones iniciales de este artículo e incluyeron sus sugerencias.
Timov no necesariamente comparte las opiniones presentadas por sus columnistas, sin embargo respeta y defiende su derecho a presentarlas.
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28.12.2015