Colisión de satélites ruso y estadounidense recuerda su vulnerabilidad

Es la primera vez que chocan dos satélites


La colisión de un satélite estadounidense contra uno ruso que se encontraba en desuso —el primer choque de satélites— pone sobre el tapete la vulnerabilidad de estos artefactos no sólo contra impactos de otros satélites, sino contra la basura espacial
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...................Mapa  de desechos espaciales, realizado por la Nasa


El choque se produjo sobre el espacio aéreo de Siberia, a una velocidad de unos 24 mil kilómetros por hora, según la Nasa. Ambos satélites se encontraban en una órbita de uso saturado y al estrellarse se destrozaron ayer en pequeñas piezas, lo cual creó una nube de desechos que puede afectar a otros aparatos, incluyendo la estación internacional tripulada.

Los especialistas se dedicaron a realizar seguimiento a los desechos metálicos y plásticos y advierten que nuestros cielos se han convertido peligrosamente en tugurios. No obstante, el riesgo para los tres astronautas de la estación internacional tripulada es bajo, pues orbitan a una altura menor, y tampoco es amenaza para el lanzamiento de una estación a fin de mes.

No obstante, sí corre peligro el telescopio Hubble y los satélites que observan la Tierra. Los científicos rusos estimaron que los restos no son peligro para sus artefactos espaciales, según declaró Alexander Yakushin, general de las Fuerzas Espaciales.

Ambos satélites se encontraban en las órbitas polares circundando la Tierra cada dos horas. El satélite estadounidense Iridio fue lanzado en 1997 y fue uno de los 66 que brindaban enlaces telefónicos a unas 250 mil personas, problema que se corregirá hoy, mientras que el reemplazo del satélite destrozado se efectuará en 30 días.

En cuanto al satélite ruso, sería un aparato espía, pero dejó de funcionar hace dos años, después de ser lanzado en 1993.
Esta colisión del satélite estadounidense se produce porque no cuenta con un sistema que le permita desviar objetos grandes como un satélite en el espacio. En cambio, los trozos pequeños, de varios centímetros, pueden impactar causando pequeños cráteres de medio centímetro o más en los satélites, sin reventarlos. No obstante, no se puede desestimar los daños de los objetos pequeños, dada la alta velocidad de la trayectoria de los satélites.

El U.S. Joint Space Operations Centre está rastreando entre 500 y 600 nuevos objetos de desecho espacial, metálicos y plásticos, los más grandes de unos 10 centímetros, los que se suman a los ya conocidos 18 mil objetos conocidos en órbita.