Un fuerte terremoto podría dejar bajo el mar partes considerables de California en los Estados Unidos, advierte un estudio realizado por la Universidad California State Fullerton y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
La falla Newport-Inglewood
Se trata de un nuevo estudio que analiza otros factores, pues tradicionalmente se ha estudiado la falla de San Andrés. Los resultados fueron dados a conocer tras estudiar la falla Newport-Inglewood y señalan que dichas zonas podrían quedar cubiertas por un metro y medio de agua, reporta Los Angeles Times.
No obstante, ya antes se sabía que la zona de dicha falla es una de las más peligrosas del sur de California y va desde el oeste de Los Angeles hasta el condado de Orange, pasando por zonas con alta densidad demográfica.
Para causar el hundimiento bastaría un sismo de magnitud 7.5. Existe una probabilidad de 16% de que ocurra un terremoto de esa magnitud o mayor en la zona en los próximos 30 años, según el USGS.
La historia registra un terremoto en 1857, que remeció la tierra por tres minutos y desplazó la corteza más de 60 metros.
En la actualidad un terremoto similar tendría consecuencias devastadoras no sólo en las construcciones, sino en los tendidos de suministro de agua y electricidad, además del corte de la carretera interestatal 5.
También se observa que otros terremotos en siglos anteriores hundieron un metro pare de Seal Beach, cerca del condado de Orange, en un metro y medio de agua marina. En total son tres terremotos en los últimos 2,000 años los que han causado hundimientos similares.
En cuanto a la falla de San Andrés, que tiene 800 millas de largo (unos 1,300 kilómetros) de longitud y recorre la mayor parte del estado, los terremotos ocurren cada 150 años aproximadamente. No obstante, no se puede precisar con exactitud la frecuencia de los sismos. Se trata de una estimación, por tanto, los sismos pueden ocurrir antes o después de lo previsto.
El estudio se limitó a dos millas cuadradas (3.2 kilómetros) en el Seal Beach National Wildlife Refuge, cerca de las fallas Newport-Inglewood y Cañón Rose.
En 1933 hubo un sismo de magnitud 6.3 en Long Beach, que mató a 120 personas y causó daños equivalentes a miles de millones de dólares actuales.
El estudio comprende las ciudades de Huntington Beach and Long Beach, donde residen unas 600,000 personas. En Los Angeles, que está cerca, hay unos 10 millones de habitantes.
Según el USGS, el riesgo de que acontezca “el gran terremoto” (“the big one”) en California se ha incrementado bastante, riesgo que ha crecido de 4.7% a 7% más de lo que se creía. El movimiento de las placas tectónicas hacen inevitable un terremoto.
En tanto, autoridades federales, estatales y militares han estado elaborando planes para cuando ocurra “el gran terremoto”. Se cree que tal sismo podría matar a 14 mil personas, dejar 30 mil heridos y miles de personas sin vivienda, además de un golpe en la economía de la región que duraría años o décadas. La preparación contemplaría muchísimos aviones de carga, helicópteros y barcos, además de miles de soldados, equipos de emergencia, brigadas para encargarse de los fallecidos, policías, bomberos, ingenieros, personal médico y de otras especialidades, en una movilización superior a la que hubo durante el huracán Katrina, dijo el teniente coronel Clayton Braun, del Ejército de la Guardia Nacional del estado de Washington.
Lo que no aclara el artículo es lo que ocurrirá con un tsunami, pues si la zona quedará bajo metro y medio de agua por desplazamiento de la corteza terrestre en un instante, dicho movimiento vendría acompañado de un tsunami que temporalmente ingresaría a una zona más extensa, como suele suceder en estos casos.