El nuevo rover de Marte, también conocido como Perseverance, ha despegado este jueves desde Cabo Cañaveral en Florida (EE.UU.) en dirección al Planeta Rojo con la misión de encontrar vida microscópica ya sea presente o pasada sobre la superficie marciana.
El vehículo espacial de la NASA ha sido lanzado al espacio en un cohete Atlas V a las 7:51 hora local -las 13:51 hora peninsular española- desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy de la NASA dónde las condiciones de lanzamiento han sido inmejorables.
Tras la conocida cuenta atrás de los lanzamientos espaciales, y un pequeño temblor en el centro de control de Pasadena (California), el cohete ascendió hasta los cielos y puso rumbo a Marte donde se espera que llegue el próximo mes de febrero.
La misión Mars 2020 debía producirse en este periodo del año ya que es cuando la Tierra y Marte tienen la alineación adecuada para que el viaje sea lo más barato posible y habría que esperar 26 meses y costaría unos 500 millones de dólares retrasar el lanzamiento.
"Cosas increíbles en los tiempos más difíciles"
"El público quiere ver a los Estados Unidos de América y a nuestros socios internacionales haciendo cosas asombrosas. Históricamente hemos hecho cosas increíbles en los tiempos más difíciles", dijo el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, minutos antes del lanzamiento en relación a realizar esta misión durante la pandemia de la COVID-19.
La Tierra pareció dar la despedida al rover después de que un leve temblor de magnitud 3,9 sucediera en el centro de control de Pasadena (California) y tras la tradicional cuenta atrás el cohete ascendió hasta los cielos y puso rumbo a Marte donde se espera que llegue el próximo mes de febrero al cráter Jezero.
Una vez abandonada la atmósfera de la Tierra el cohete ascendió hasta una altura de 260 kilómetros y 45 minutos después del lanzamiento activó los propulsores de la segunda etapa que pusieron a Perseverance en la trayectoria adecuada alejándose de la órbita terrestre.
Siete meses para llegar a Marte
Esta es una de la partes más complicadas de este inicio de misión, ya que se tiene que seleccionar el momento adecuado para que los propulsores de la nave se activen con la fuerza necesaria para que siete meses después llegue al punto exacto.
Perseverance tomará muestras del suelo del planeta que serán enviadas a la Tierra y determinará si se puede transformar el dióxido de carbono de la atmósfera en oxígeno para futuras misiones, entre otros objetivos.
Con información de RTVE, 30.07.2020