La paleontóloga sanmarquina Angélica Aliaga del MHN participó en la investigación
Un equipo internacional de paleontólogos halló plantas fosilizadas de hace 10 y 5 millones de años que evidencian el rápido levantamiento del Altiplano andino y un cambio drástico en el clima y la flora. El descubrimiento se dio en la provincia de Espinar (Cusco).
Foto: Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Según la paleobotánica Camila Martínez, autora principal del estudio publicado recientemente en la revista Science Advances, en solo 4 millones de años el Altiplano duplicó su altura y como consecuencia, los ecosistemas y las lluvias cambiaron.
Angélica Aliaga, paleontóloga peruana del Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos participó en la investigación.
El estudio señala que el levantamiento andino jugó un papel fundamental en la configuración del clima y la distribución de especies de América del Sur, pero la relación entre el ascenso de los Andes, la composición de las plantas y la evolución climática local es poco conocida.
Los autores investigaron el registro fósil (polen, hojas y madera) hallado en la zona de Espinar (Cusco), que corresponde al Mioceno-Plioceno (Periodo Neógeno, Era Cenozoica) de la Meseta Andina Central. La identificación de las plantas fósiles recolectadas fue clave. Al estudiar las condiciones actuales en las que viven los grupos identificados, se pudo deducir cuál tendría que ser la elevación y la precipitación de la zona en ese entonces. La recolección de muestras se hizo en tres viajes de campo realizados durante la estación seca de los años 2014, 2015 y 2016.
Los datos fósiles sugirieron condiciones de precipitación más húmedas que las modernas durante el Plioceno, aproximadamente 5 millones de años, cuando el área estaba cerca de las elevaciones actuales, e incluso condiciones más húmedas durante el Mioceno, unos 18 y 9 millones de años atrás, cuando la cordillera estaba alrededor de 1700 metros por encima del nivel del mar.
En ese sentido, la existencia de un ecosistema similar a una puna en el Plioceno y un ecosistema montano sin precedentes en el Mioceno, lo que explica el hallazgo de un enorme árbol fosilizado de la familia Fabaceae de 10 millones de años en una zona donde actualmente son inexistentes. Los autores destacan la importancia del registro fósil de plantas en el estudio de los climas pasados, presentes y futuros, y subrayan la naturaleza dinámica de los ecosistemas de gran altitud.
La importante investigación estuvo liderada por los investigadores colombianos Camila Martínez, de la Cornell University (Estados Unidos); y Carlos Jaramillo de la Universidad de Montpellier (Francia), ambos asociados al Smithsonian Tropical Research Institute (Panamá).
También contó con la participación de Alex Correa-Metrío de la Universidad Nacional Autónoma de México, William Crepet de la Cornell University (Estados Unidos); Enrique Moreno del Smithsonian Tropical Research Institute (Panamá); Mark B. Bush del Florida Institute of Technology (Estados Unidos); Federico Moreno y Mauricio Ibáñez-Mejía, ambos de la University of Rochester (Estados Unidos); y nuestra compatriota Angélica Aliaga del Museo de Historia Natural Lima de la UNMSM.